"Se emparejó para abajo pero nunca como este año"
El cantor surero Omar Moreno Palacios, quien ofició de jurado durante el concurso Pre-Cosquín de la 53era. edición del festival folclórico, reflexionó sobre el nivel de los aspirantes al tradicional escenario y concluyó que desde hace años "el nivel emparejó hacia abajo" pero aclaró que "nunca tanto como este año".
"Los muchachos aprenden un tema y lo cantan sin tener memoria de lo que están cantando"
Omar Moreno Palacios
"Los muchachos aprenden un tema y lo cantan sin tener memoria de lo que están cantando. Si bien el nivel se ha emparejado hacia abajo desde hace tiempo, nunca tanto como este año. Hemos tenido que declarar rubros desiertos en muchas noches y a veces nos decíamos entre nosotros: `al menos hagamos pasar a uno´", relató Moreno Palacios en diálogo con Télam.
El cantor y guitarrero oriundo de Chascomús, identificado con el concepto de la canción surera, que se alimenta de ritmos de la región pampeana como el cielo, la cifra o el estilo, sostuvo que la realidad que señala es producto de que "los chicos no tienen espejos y de algunos de esos espejos que tienen están empañados".
"Vienen chicos de Buenos Aires y te cantan la `Zamba del carnaval´ (del salteño Gustavo Leguizamón); otros del sur con unas letras que decían que extrañaban Tucumán; la `Oración del Remanso´ (Jorge Fandermole) la escuchamos todas las noches. Material hay, pero a los chicos hay que acomodarlos", afirmó.
"Hay excepciones, claro, pero lo bueno sería que la excepción fuera el 90% y no al revés", sentenció.
Entre esas "excepciones", Moreno Palacios señaló al bandoneonista misionero Joaquín Benítez, de 17 años -ganador del Pre-Cosquín en el rubro solista instrumental-, quien expuso su pericia el domingo pasado en la segunda noche del Festival de Cosquín.
Moreno Palacios integró el jurado del Pre-Cosquín junto con otros reconocidos exponentes de la música popular como Hugo de la Vega, Mario Díaz y Hugo Casas.
Por otra parte, el cantor surero afirmó que no lo seduce la mayoría de los artistas jóvenes que tiene ganado un lugar en el circuito folclórico profesional.
"Que me digan que soy exigente, o que soy intolerable, pero es la realidad que veo. Menos mal que nos queda (Juan) Falú y (Carlos) Moscardini, que es la mejor guitarra surera que existe", especificó.
Moreno Palacios, que subirá el jueves durante doce minutos al escenario Atahualpa Yupanqui de la Plaza Próspero Molina, en la sexta noche del Festival, también observó con sentido crítico la dinámica que es natural en la programación central de Cosquín.
"Todo es muy para arriba, al mango, fuerte y `a ver esas palmas´. Pero tengo confianza en lograr ser escuchado", dijo.
"El público responde un poco a aquello que le piden. Si le piden palmas hace palmas, pero si le apuntás al hombre interior y te ponen el oído que necesitás, podés llegar hasta el alma", aseguró.
"El jueves en Cosquín habrá 10.000 personas en la plaza y no sé que va a suceder. Tengo confianza. Pero sé que si me los pasan de a 400 en un teatro habría una atención, sé que parecería una iglesia. El público sabe escuchar".
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