“Se reía y les pegaba sin piedad”: estremecedores detalles del ataque a machetazos
El barrio Kairos de la ciudad de Córdoba no sale de la conmoción desde el sábado, cuando Eric Van De Velde atacó de manera salvaje e inexplicable a su familia con un machete y mató a su sobrino de apenas 12 años. Mientras avanza la investigación, se conoció el estremecedor relato de los primeros primeros que ingresaron a la casa tras forzar rejas y patear la puerta principal.
Los gritos de las mujeres helaban la sangre y atravesaban las paredes de la casa de la calle Usuhaia al 3.000 con tanta fuerza que se podía respirar la desesperación en el aire. Es por eso que quienes las escucharon no dudaron en intervenir para intentar frenar lo que estaba ocurriendo. Nada, sin embargo, podía prepararlos para la escena con la que se encontrarían en el interior del domicilio.
La hipótesis de un brote psicótico impera sobre el joven que mató a su sobrino a machetazos
En diálogo con Arriba Córdoba (El Doce), los vecinos que lograron saltar la reja de la vivienda pusieron en palabras el horror. Van De Velde tenía el machete en una mano y en la otra un cuchillo de caza. “Les pegaba sin piedad”, coincidieron los testigos. El imputado también advirtió la presencia de ellos, pero no pareció importarle. Siguió pegándole a los cuerpos aunque estaban en el suelo y ya no se movían.
Chaco: vecinos mataron a golpes y quemaron al padre de un presunto homicida
Todavía en shock contaron que mientras esperaban que llegara la policía recurrieron a lo que tenían a mano: comenzaron a tirarle piedras al homicida con la intención de “voltearlo y que reaccione”. “Se reía todo el tiempo, nunca demostró arrepentirse. Todo sin piedad”, subrayó el vecino sobre aquel momento dramáticamente inolvidable.
Otro detalle que le llamó la atención, dijo el hombre, fue que mientras llevaba a cabo el ataque Van De Velde señalaba un escudo de Rusia que tenía en el pecho, como si le estuviera haciendo honor a la insignia.