Se reunieron con su hijo 45 años después de que lo dieran en adopción sin su consentimiento
Una historia con final feliz vivieron Phyllis y Kevin Haran, por más de 40 años buscaron a su hijo Sean hasta que lograron encontrarlo.
Por su parte, Rubén Molinero, descubrió que antes fue llamado Sean, que nació a miles de kilómetros de donde radicaba y que sus verdaderos padres sí lo querían.
El programa televisivo de Reino Unido, Long Lost Family (Familia perdida hace mucho tiempo) se dedica a reencontrar a las familias separadas, este fue el caso de los Haran.
Este lunes transmitieron el episodio del reencuentro de esta familia que tras pasar momentos difíciles, su separación se debió a un error inesperado.
Phyllis y Kevin Haran se enamoraron de adolescentes en Irlanda en la década de 1970, tras algunos meses de relación, esperaban un bebé.
Temerosos del escándalo que esto traería a sus vidas y con sus respectivas familias dentro de su comunidad estrictamente católica, decidieron huir a Inglaterra para tener a su bebé y ser una familia.
En Londres, su casera descubrió que tenían un bebé en su piso y los echó del departamento.
Sin hogar, sin trabajo y desesperados por el bienestar de su bebé, acordaron a través de una agencia poner a su hijo al cuidado de una familia de forma temporal, con la posibilidad de adopción si no podían establecerse.
“Fue muy difícil tenerlo y tenerlo durante cinco semanas y luego tener para renunciar a él. Pensé que lo recuperaríamos de nuevo”, dijo Phyllis sobre el momento de entregarlo a la agencia.
Hicieron grandes esfuerzos y en sólo dos meses encontraron trabajo, un hogar que sí aceptara niños y regresaron a la agencia para recuperar a su hijo, pero no les tenían buenas noticias, ya lo habían dado en adopción a una pareja de españoles.
“Queríamos recuperar a nuestro hijo, pero el juez nos miró y dijo:” ustedes son jóvenes, vienen de familias numerosas en Irlanda, estoy seguro de que tendrán muchos más hijos“, recordó Kevin en el programa.
“No podía creerlo. Me sentí traicionada, devastada. Fue horrible”, mientras que Kevin declaró: “Me dije que lo encontraríamos donde estuviera y lo llevaríamos de regreso con nosotros.
Sin poder creerlo, ni aceptarlo, ambos lucharon para volver a estar con él. Su única oportunidad de recuperar a su hijo era ir a la corte, pero el juez ordenó que se finalizara la adopción ya que la pareja española estaba casada y eran financieramente estables.
Devastados, los Haran nunca dejaron de soñar que volverían a ver a Sean, por eso se pusieron en contacto con el programa televisivo que tras meses de investigación, lograron dar con el paradero del hijo.
Rubén (Sean) ahora vivía en España (donde llegó a los cuatro años), contaba ya con su propia familia, su esposa y un hijo de 11 años, radica al oeste de Madrid y trabaja como miembro del equipo de rescate de montaña de élite nacional.
“Fue una gran sorpresa. No esperaba que me buscaran. Cuando era joven, sentía que me habían abandonado, así que no quería mirar atrás, solo quería mirar al futuro, dijo Rubén al presentador Nicky Campbell.
El español, con raíces irlandesas se reencontró con sus padres y a pesar de no hablar inglés, les dijo por medio de una traductora que entendía sus problemáticas al ser muy jóvenes y se sentía feliz de que nunca dejaran de buscarlo.
“Siento que es una pena. Simplemente tuvieron dificultades y no se les permitió criarme. Eso me hace sentir triste. Quiero conocerlos, descubrir mis raíces y ver qué pasa”.
En escenas emotivas, los tres se reunieron en Irlanda y señalaron en que se mantendrían en contacto.
“Me entristece porque las cosas podrían haber sido diferentes”, dijo Rubén. Pero tenemos que seguir adelante y quiero conocerlos y quiero que me conozcan a mí. Quiero saber más sobre de dónde vengo”, confesó Rubén, quien quiere hacer una nueva historia con sus padres biológicos.