Según la ONU, el informe de cambio climático marca un “código rojo para la humanidad”
Las temperaturas en la Tierra son cada vez más altas, algo que podría llevar a una catástrofe ecológica global, advierten los autores de un reciente reporte del Comité Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC). El secretario general de la ONU, Antonio Guterrez, lo califica de “un código rojo para la humanidad”.
Si las emisiones de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, no se reducen en el futuro próximo, el calentamiento global cruzará la línea de 1,5 grados centígrados —un límite fijado en 2015 por el Acuerdo de París— para 2040 y alcanzará los peligrosos 2,7 grados a finales de siglo en el escenario más pesimista.
“Simplemente está garantizado que irá a peor. No veo que ninguna zona esté a salvo. No hay ningún lugar al que correr, ningún lugar donde esconderse”, advierte la coautora del estudio Linda Mearns, del Centro Nacional de Investigación Atmosférica de EEUU.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterrez, califica el pronóstico de “un código rojo para la humanidad”, pero, al mismo tiempo, afirma que la humanidad todavía puede evitar una catástrofe climática “si combina fuerzas”. Sin embargo, “no hay tiempo para demoras ni lugar para excusas”.
El documento de más de 3.000 páginas, elaborado por 234 científicos de 66 países, señala que el calentamiento ya está acelerando la subida del nivel del mar y el derretimiento de los glaciares.
También empeora fenómenos extremos como las sequías o inundaciones: así, las fuertes olas de calor que solían ocurrir una vez cada 50 años, ahora se registran una vez por década. Y si el planeta se calienta otro grado Celsius, podrían ocurrir dos veces cada siete años. En cuanto al nivel del mar, podría subir hasta entre 15 y 30 centímetros para mediados de siglo. Los expertos también advierten del peligro que entraña la combinación de varios desastres, algo que está ocurriendo ahora en EEUU, donde olas de calor, sequía e incendios forestales causan daños catastróficos.
El reporte también describió cinco posibles escenarios, dependiendo del nivel de emisiones del dióxido de carbono que se alcance. En el peor de ellos, el planeta podría calentarse unos 3,3 grados Celsius para 2100, aunque es poco probable. No obstante, en todos los escenarios, la temperatura superará el límite establecido por los Acuerdos de París.
“Este informe debería causar escalofríos a quienes lo leyeran. Muestra dónde estamos y adónde vamos con el cambio climático: hacia un hoyo que seguimos cavando”, alerta el climatólogo Dave Reay. Por su parte, la copresidenta del grupo de expertos Panmao Zhai se muestra convencida de que “una reducción fuerte, rápida y sostenida de las emisiones de gases de efecto invernadero” es fundamental para estabilizar el clima.
“Cualquier cosa que hagamos para limitarlo, para frenarlo, compensará. Y si no podemos llegar a 1,5 grados, probablemente será doloroso, pero es mejor no rendirse”, afirma, a su vez, Claudia Tebaldi, del Laboratorio Nacional del Pacífico Noroeste de EEUU.
Esta solo ha sido la primera parte del reporte. La segunda edición, prevista para febrero de 2022, mostrará el impacto del calentamiento global en la vida en la Tierra, mientras que la tercera parte, que podría ver la luz en marzo, abordará las posibles soluciones de la inminente crisis ecológica global.
Ciudades con mayores subidas de la temperatura
La capital rusa es la tercera ciudad del mundo, tras Calcuta (India) y Tirana (Albania), en registrar las mayores subidas de la temperatura atmosférica en el período de 1950 a 2018, según el IPCC.
Un mapa que es parte de la presentación, muestra que la temperatura media anual del aire en Moscú se incrementó en un grado centígrado entre 2010 y 2018; en Calcuta y Tirana subió 2,6 grados y 2,33 grados Celsius, respectivamente.
Pável Konstantínov, de la Facultad de Geografía de la Universidad Estatal de Moscú (MGU), dijo a Sputnik que la subida de las temperaturas en la capital rusa es atribuible en un 30 o 40% a la urbanización. Según el catedrático, varios períodos de “urbanización incontrolada e inadaptada, junto con la escasez de infraestructuras hídricas y verdes, son los principales factores del calentamiento en la ciudad”.
Establecido en 1988 e integrado por científicos de 195 países, el IPCC busca facilitar evaluaciones integrales del estado de los conocimientos científicos, técnicos y socioeconómicos sobre el cambio climático, sus causas, posibles repercusiones y estrategias de respuesta.