Siete de cada diez argentinos ahora confía en las vacunas
Pese a la campaña en contra de las vacunas que se arengó durante el último semestre del 2020, la mayoría de los argentinos quiere que le apliquen la dosis y confía en la campaña de vacunación.
Pese a la fuerte campaña contra las vacunas agitada por los principales referentes del ala más dura de Juntos por el Cambio, las principales consultoras y encuestadoras del país coinciden en que siete de cada diez argentinos no sólo confía en la vacuna contra el Covid-19, sino que además se la aplicará “ni bien tenga la posibilidad”.
La predisposición de la población a inocularse se incrementó con fuerza en el mes de febrero y coincidió con las llegadas de las dosis de AstraZeneca, Sputnik V y Sinopharm al país. De acuerdo a la última medición de Aresco, el 71,1 por ciento de los entrevistados aseguró que “se vacunaría sin dudar”; un dato no menor si se tiene en cuenta que en enero sólo el 56,4 por ciento había manifestado su voluntad de inocularse.
El mes fue una bisagra para terminar de convencer al núcleo duro que se mostraba reticente a las vacunas, pese a la publicación de los reportes internacionales. En efecto, de acuerdo al reporte de Aresco, quienes consideran “poco o nada probable” su vacunación representan el 22,3 por ciento, un 15,1 por ciento menos que en el mes de abril.
Similar son los números publicados por la consultora Zuban, Córdoba y Asociados. El porcentaje de las personas que se aplicarían la vacuna contra el Covid pasó del 49,9 por ciento en enero al 69,2 por ciento en febrero; mientras que quienes se niegan a la aplicación pasaron del 27,6 por ciento al 16,4 por ciento.
Salvarezza: “Argentina tiene la capacidad para fabricar la vacuna rusa”
Casi seis millones de dosis más: el plan para duplicar la velocidad de la vacunación en marzo
La confianza en las vacunas, de acuerdo al reporte de Ricardo Rouvier & Asociados subió 6,4 puntos porcentuales en febrero y alcanzó un pico del 52,2 por ciento, que en enero representaba sólo el 45,8 por ciento. La caída de la cantidad de personas que no quieren inocularse también fue brusca; cayó del 23,7 por ciento al 18,8 por ciento.
En lo que respecta a la vacuna Sputnik del laboratorio Gamelaya, protagonista de la campaña negativa de los últimos meses, la aceptación se incrementó en 20 puntos porcentuales entre enero y febrero.