Solicitan siete horas menos de uso del carril exclusivo de calle Rivadavia
Es un proyecto que ingresó al Concejo. Plantea limitar las horas de funcionamiento de esa vía, y que funcione de 7 a 14 sólo de lunes a viernes (hoy se habilita de 7 a 21). También, que se permitan giros en dos calles. Argumentan “embudos viales” y “caída en las ventas comerciales”. Un veto y una discusión que data de 2016.
Transcurría agosto de 2016. El Concejo aprobaba una ordenanza por la cual de lunes a viernes, el carril exclusivo para el transporte público de Av. Rivadavia iba a tener una reducción horaria de entre las 7 a la hora 17. El contexto: un informe del Centro Comercial daba cuenta de que, como consecuencia de esa vía única, en casi un año se había duplicado el número de locales cerrados, y que las ventas caían “en forma preocupante”. El carril siguió funcionando de 7 a 21, pues unos días después, el ex intendente José Corral vetó la ordenanza. Su argumento: el carril “permitió que miles de personas hagan su viaje un 40% más rápido”.
Esa observación parcial de ex mandatario local quedó firme, pese a las quejas de la oposición. Nada cambió, y todo quedó en los archivos periodísticos. Pero ahora, aquella vieja “novela” legislativa podría reactivarse: un bloque de ediles ingresó un proyecto de ordenanza donde plantea (modificación de una ordenanza mediante, ver Antecedente) reducir los horarios de funcionamiento del carril de lunes a viernes entre las 7 y las 14: es decir, siete horas menos.
Quedarían exceptuados de este recorte horario los sábados, domingos y feriados. Plantea también la iniciativa en ciernes “habilitar el giro a la izquierda en las intersecciones de Av. Rivadavia con calle Suipacha y/o Hipólito Irigoyen”. La medida regiría durante 12 meses. En ese plazo, el Ejecutivo deberá realizar estudios para evaluar cómo funciona —con esos cambios de horarios— la vía única.
El nuevo proyecto en cuestión (recepcionado el día 10 de este mes, bajo expediente N° 01647306-8) se fundamenta, como toda iniciativa. Dice el texto en su argumentación que —basándose en estudios propios—, el impacto sobre la implementación del carril exclusivo (desde enero de 2014) tiene “hasta hoy repercusiones negativas”. Desde el punto de vista urbano, “se detecta una intensa pérdida de identidad y carácter, debido a que la Av. Rivadavia, arteria estructural de la ciudad, se convirtió en una vía de alta velocidad o de paso, perdiendo fuerza su predominio comercial”.
Agrega que esto último “se observa como consecuencia de múltiples factores: falta de estacionamientos frente o cerca de los locales comerciales, e incluso la fluidez del tránsito atenta contra la ‘pasividad comercial’ que necesita el corredor, y esto está causado (justamente) por el carril exclusivo”.
“Embudos” y ventas caídas
Si bien el carril intenta agilizar el tránsito desde el microcentro hacia el norte y que los colectivos reduzcan el tiempo de los viajes, “a su vez genera conflictos en arterias lindantes a la avenida, al prohibirse el giro hacia la derecha e izquierda por Suipacha (priorizándose la vía única)”. Y esto “genera que calles como 25 de Mayo, la cual actúa como retorno para el ingreso al barrio Candioti Sur, se convierte en un ‘embudo’ de innumerables vehículos”, agrega el proyecto en sus fundamentos, impulsado por los justicialistas Juan J. Saleme, Jorgelina Mudallel y Federico Fulini.
Se observa además que “si bien el carril agiliza y reduce el tiempo de viaje en el transporte público de pasajeros, la falta de cumplimiento de horarios y frecuencias (en ese servicio) genera una pérdida de tiempo que no logra ser compensada por el tiempo ahorrado en el trayecto de la vía exclusiva”.
Finalmente, se alude a la situación de los comerciantes de la Av. Rivadavia: “Es grave como consecuencia de la implementación del carril exclusivo (…). Los mayores perjuicios se dan en la caída de ventas, desocupación masiva de locales ocupados, disminución de la rentabilidad, pérdida de puestos de trabajo, desvalorización de los espacios verdes, y el aumento de riesgo en el tránsito por altas velocidades, entre otras causas”.
“Es perfectible con acuerdos”
“Creemos es necesaria la reducción horaria propuesta porque el mayor nivel de tráfico y congestión que tiene Rivadavia se da por la mañana, en todo el microcentro: por la administración pública, el traslado a escolares, la actividad bancaria, etcétera. Entonces, con un carril de 7 a 14 podríamos lograr que, en el momento de más movimiento de la avenida, el carril funcione bien: se agilice el transporte público, Y, por la tarde, se recupere la vida comercial de los locales del sector”, le dijo Saleme a El Litoral.
Para el edil, el tema del carril exclusivo es una “cuenta pendiente”, ya que luego del veto parcial de Corral a aquella ordenanza de 2016, quedó freezado: “No se avanzó ni se habló más de la cuestión. No había forma de dialogar con el Ejecutivo de la gestión anterior”, añadió. Ahora, el cambio de gestión municipal “nos abre expectativas sobre la rediscusión este tema, que quedó cerrado. El nuevo Ejecutivo (a cargo de Emilio Jatón) puede estar predispuesto, abierto a analizar el tema, creo yo”.
Además, el carril de Rivadavia “causó mucho daño en los comercios de esas cuadras —opinó—. Cayeron las ventas, cerraron negocios y se perdieron puestos de trabajo. Sólo se rescata como positivo algún breve ahorro de tiempo por parte de los usuarios de colectivos, aunque muy poco”.
Saleme adelantó que habrá reuniones en febrero con los actores involucrados —el resto de los concejales, funcionarios municipales, comerciantes de la Av. Rivadavia, referentes del Centro Comercial y de la Asociación de la Avenida— y que se intentará desde su bloque que el tema llegue al recinto en marzo, con el inicio de las sesiones ordinarias. “Es perfectible el proyecto, si encontramos consensos”, concluyó.
Antecedentes
La ordenanza Nº 12.020 creó el carril exclusivo de Av. Rivadavia. Fue sancionada por el Concejo el 29 de agosto de 2013, y estableció la delimitación del carril de uso exclusivo inmediato a la acera derecha para el transporte público, vehículos de emergencia y los que pudiera determinar la autoridad de aplicación (el municipio), en la calzada de esa avenida, entre calles Mendoza y el bulevar Gálvez.
Se implementó el enero de 2014. Son 12 cuadras por las que transitan unas 9 líneas. En su artículo 3, la ordenanza deja expresamente prohibido a los vehículos particulares el giro hacia la derecha en las calzadas con carriles exclusivos para el transporte público de pasajeros.