Suiza busca a más de 400 esquiadores británicos fugados de una cuarentena
El país aplicó el confinamiento a los turistas tras la nueva cepa de la covid-19 detectada en el Reino Unido y ya registra siete casos, uno de ellos en la región donde se produjo la huida.
La Suiza más nevada empezó el año como lo terminó: a la búsqueda de más de 400 esquiadores y turistas británicos y sudafricanos que huyeron de la cuarentena que debían cumplir en la región de Valais, donde están algunas de las estaciones de esquí más famosas del país. El intento de localizar a estos turistas empezó después de que se detectara una nueva cepa del virus en el Reino Unido el 19 de diciembre de 2020, que puso en alerta al resto de países europeos. Por entonces también fue detectado en el país británico otra variante, procedente de Sudáfrica. Dos semanas después Suiza ha registrado siete casos de la cepa británica, uno de ellos en Valais. “El paciente ha sido identificado y ya se realizan todas las investigaciones”, informó Jean-Bernard Moix, director de Promoción de Salud de Valais.
Los turistas fugados se enfrentan a multas de hasta 10.000 francos (9.200 euros), aunque no se sabe muy bien cómo se ejecutarán. La región de la que huyeron, mientras tanto, empieza a ser cubierta por el estigma de ser una posible ventana del nuevo coronavirus en Suiza, como le ocurrió en marzo de 2020 a la lujosa estación de esquí austriaca de Ischgl.
Suiza ha sido muy criticada por mantener abiertas las estaciones de esquí. La población está dividida sobre si estas deben cerrarse o no, como se ha hecho con restaurantes y demás espacios de ocio hasta mediados de enero. En Suiza “el turismo de invierno representa en torno al 1% del PIB, pero en las regiones montañosas como el Valais y los Grisones más del 10%”, explica a Swissinfo Laurent Vanat, consultor especializado y autor de un informe sobre el turismo de nieve y montaña. Suiza es el sexto país del mundo con más estaciones de esquí, con casi noventa. Los primeros son Estados Unidos, Japón, Francia, Italia y Austria.
La historia de los esquiadores británicos y sudafricanos que buscaron unas navidades blancas en los Alpes suizos huyendo de los semiconfinamientos del 2020 y terminaron en cuarentena pero fugados en medio de la oscuridad y el frío empezó el 21 de diciembre. Buscaron vías aún desconocidas para evadir la cuarentena de 14 días impuesta por Suiza de manera intempestiva. La medida los sorprendió en Suiza el 21 de diciembre, debido a la nueva variante de la covid-19 descubierta en Inglaterra. Ese mismo día escaparon unos 50, pero al final solo quedaron entre 12 y 15. Los turistas británicos representan esta temporada cerca del 21%.
La desbandada de esquiadores británicos sucedió entre el sábado 26 y el domingo 27 de diciembre en varias estaciones de esquí, sobre todo, en la lujosa de Verbier, catalogada como la mejor del país. Es un pueblo de montañas blancas con vistas al Mont Blanc. Está al sur de Suiza, en el municipio de Bagnes en el cantón de Valais, cerca de la frontera con Francia, donde habrían cruzado los esquiadores fugados. En Francia las pistas de esquí están cerradas.
Los gobiernos regional y suizo siguen investigando qué sucedió realmente. Según el diario Neue Zürcher Zeitung, uno de los más importantes de Suiza, algunos turistas habrían dejado el país de manera correcta ya que la orden de cuarentena de aquel 21 de diciembre decía que debían ser confinados a más tardar a la medianoche de ese día, y ellos habrían salido en esa ventana entre el comunicado y la hora señalada.
La alarma saltó cuando las bandejas de comida que los camareros dejaron en las puertas de las habitaciones de los huéspedes británicos permanecieron horas sin ser retiradas. Siguió con las llamadas infructuosas a las habitaciones. Y se confirmó cuando al abrir las puertas descubrieron que no había nadie en ellas, incluso algunas camas estaban intactas. Para no dejar dudas de su huida, algunos huéspedes, ya fuera de Suiza, llamaron a los hoteles para pedir la devolución del dinero por los días no utilizados, según la BBC.
¿Nadie vio nada? El director de Turismo de Verbier, Simon Wiget, dijo a Reuters que su oficina informó de las nuevas medidas restrictivas del Gobierno a los hoteles pero que ellos no eran policías.
“Ha sido la peor semana que ha tenido nuestra comunidad”, afirma Jean-Marc Sandoz, portavoz de Bagnés, en un comunicado. Y se queja de que los municipios de la región no han recibido ninguna ayuda para implementar los nuevos protocolos. Algunos suizos, incluido Sandoz, comprenden el enfado y la fuga. Entre otras cosas, dice el portavoz, porque varias personas, incluidos niños, debían estar encerrados en habitaciones de 20 metros cuadrados durante varios días.
Golpe a la temporada de esquí
Nadie imaginaba nada por el estilo. Todo lo contrario. El primer día de diciembre una gran nevada cubrió casi todo el país. Promesa de una buena temporada de esquí para un país ajeno a la polémica de la Unión Europea que pedía el cierre de las pistas para evitar focos de contagio. El objetivo era recuperar lo perdido la temporada anterior cuando todo se interrumpió por la pandemia.
Las pistas se abrieron poco a poco a partir de la primera semana de diciembre. Pero el domingo 20, ante el aumento de los contagios en el país y el anuncio de la variante en el Reino Unido, el Gobierno endureció las medidas covid-19 en todos los ámbitos. Ese domingo prohibió el acceso de los vuelos procedentes del país británico y de Sudáfrica; y el lunes 21 ordenó poner en cuarentena a todas las personas que hubieran llegado desde el 14 de diciembre, de manera retroactiva durante 10 días.
Lo extraño de la fuga es que la víspera de Navidad el Gobierno suizo modificó las restricciones para que los británicos pudieran regresar a su país bajo ciertas “medidas especiales”, como aquellos que hubieran cumplido 10 días de cuarentena o informar de la manera como iban a retornar para poder hacer seguimiento.
Los problemas para Verbier no se han ido con los turistas británicos. La pista de esquí es vista por muchos como un foco de covid. “Muchos suizos cancelaron sus vacaciones”, lamenta Sandoz.