Tragedia
Tailandia: una mujer hizo un tratamiento estético con peces y tuvo que ser amputada
Se realizó un tratamiento en sus pies y tuvieron que amputarle los dedos.
Esta historia tiene como protagonista a a Victoria Curthoys, cuya búsqueda de un tratamiento estético poco convencional tuvo consecuencias devastadoras.
En el año 2010, la mujer emprendió un viaje a Tailandia, pero lo que comenzó como un viaje turístico se tornó en una experiencia que cambiaría su vida para siempre.
Durante su estadía en Tailandia, Victoria decidió someterse a un tratamiento de pedicura poco convencional: la exfoliación de la piel muerta de sus pies utilizando peces de agua dulce conocidos como Garra Rufa, reconocidos por sus propiedades medicinales.
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Aunque esta práctica era común en la región y le fue recomendada por un profesional local, nadie anticipó las terribles consecuencias que vendrían después.
En los días siguientes al tratamiento, la mujer comenzó a experimentar dolores de cabeza recurrentes y cosquilleos inquietantes en sus pies.
Lo que parecía una elección inofensiva en un principio se transformó en una pesadilla de salud.
Fue solo después de regresar a Australia y buscar ayuda médica que se dio cuenta de la gravedad de su situación.
¿Qué enfermedad tuvo la mujer?
Los médicos australianos diagnosticaron a Victoria con Schwelmenella, una infección ósea devastadora que corroe los huesos y requiere cirugía para limpiar las infecciones.
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Lamentablemente, no se pudo evitar la amputación de su dedo gordo del pie derecho.
Pero la pesadilla no terminó allí; las infecciones continuaron propagándose, lo que llevó a la decisión médica de amputar el resto de sus extremidades.
Victoria compartió sus sentimientos de arrepentimiento: “No pensé en nada mientras observaba al dueño configurar el sistema y se veía muy limpio, pero qué equivocada estaba”.
Su experiencia se convirtió en una historia desgarradora que hizo eco en las redes sociales, donde usuarios expresaron su asombro y algunos incluso compartieron sus propias experiencias con tratamientos similares.
A pesar de las difíciles pruebas que enfrentó, Victoria encontró la fuerza para mirar hacia adelante. “Honestamente, puedo decir que mi pie nunca fue tan saludable como lo es ahora. Tuve mucha suerte de poder levantarme”.