Taxistas rosarinos en alerta por una app rusa que recluta ilegalmente choferes
Se trata de una herramienta digital que funciona en forma similar a otras que no están reguladas en Rosario.
La aparición en Rosario de una nueva aplicación para telefonía celular que recluta conductores particulares, taxistas y remiseros, para distribuir viajes generó otra vez preocupación en el sector taxista. Representantes de las principales cámaras que agrupan a los dueños de taxis plantearon ante el municipio lo que consideran una nueva competencia desleal, tras las protestas que protagonizaron el año pasado por el intento de desembarco de empresas como Ubber y Cabify.
En ese encuentro no sólo pidieron medidas directas para evitar que esa herramienta digital funcione en la ciudad, sino también sanciones a los taxistas que se sumen a ese servicio al que consideraron ilegal.
El conflicto que estalló en su momento con Cabify, derivó, a mediados de julio de 2019, en que la Municipalidad resolviera la caducidad de la habilitación. Pero la empresa presentó un recurso de amparo ante la Justicia y logró un fallo favorable: fue habilitada, pero sólo para trabajar con remises habilitados, no con taxis ni vehículos particulares.
La cuestión de las aplicaciones digitales que distribuyen viajes de personas y de delivery es un tema complejo de regular. La única de esas herramientas que funciona legalmente en Rosario es MoviTaxi, creada por el municipio con el acuerdo de los taxistas y que cumple con todas las normativas vigentes en la ciudad. Sin embargo, esa operatoria de trabajo volvió a ser centro de polémica al aparecer otra App, llamada She Taxi, que fue inventada para brindar un servicio sólo para mujeres. Pero los cuestionamientos de los choferes a She Taxi no tienen que ver con su perspectiva de género, sino porque es irregular y trabaja con taxis y remises a la vez, algo que no está permitido por la ordenanza vigente en Rosario.
Ahora, la inquietud de los “tacheros” se vuelve reeditar con otra App denominada “Maxim Rides & Deliverys” que sería de origen ruso y funciona con la misma dinámica de Ubber, es decir que alista titulares de autos particulares y a taxistas para hacer viajes por un mínimo de 60 pesos. Ante esa situación, representantes de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis de Rosario (Catiltar), de la Asociación de Titulares de Taxis Independientes (Atti) y de la Asociación de Radio Taxis se reunieron con las secretarias de Movilidad y de Control y Convivencia, Eva Jokanovic, y Carolina Labayrú, respectivamente, y con el titular de la comisión de Servicios Públicos del Concejo, Fabrizio Fiatti.
En ese cónclave plantearon la inquietud del sector por este nuevo episodio en la disputa que imponen las nuevas tecnologías.
Marcelo Díaz, síndico de Catiltar, remarcó a La Capital: “El problema arranca con She Taxi porque genera un vacío legal que abre la puerta a las aplicaciones. Recibimos denuncias por una app Maxim, que como Ubber toma autos particulares para hacer viajes con un mínimo de 60 pesos. Ante eso, le pedimos al municipio que tome cartas en el asunto como controlador como lo hicimos en su momento con las otras aplicaciones que son ilegales”.
Díaz exigió que tome una resolución con She Taxi, “en la que trabajan mujeres taxistas y remiseras. Eso está mal, pero no por una cuestión de género. La ordenanza establece que una misma razón social no puede trabajar con taxis y remises a la vez. Cuando se armó Movi Taxi, la única aplicación legal en Rosario, se incluyó la opción Movi Taxi Mujer que viene a atender las cuestiones de género. Por eso creemos que She Taxi abre una ventana o una zona gris con la que se termina desregulando el servicio y se contrata cualquier móvil para brindar el servicio”.
Díaz está convencido que con esa “ventana” que se abrió con She Taxi se favorece la aparición de otras aplicaciones como Maxim, y al respecto agregó: “Aprovechan la pandemia y que el sistema de transporte de Rosario es cada vez más precario. Hoy en día el servicio no funciona bien y no sabemos cómo funcionará después del problema sanitario por el coronavirus”.
Díaz entonces subrayó: “Lo que queremos es que ninguna aplicación que no sea Movi Taxi esté trabajando en Rosario. Se debe cumplir la ordenanza vigente. Recibimos denuncias de algunos taxistas que para ver si Maxim era real, se inscribieron y comprobaron que efectivamente lo es. Les tomaron los datos y quedaron habilitados para el servicio. Pero también queremos que todos los colegas que accedan a ese sistema sean sancionados. Eso sucedió con el problema de Cabify. Cuando la Municipalidad dictó la caducidad de la habilitación de esa empresa, también sancionó a los taxistas que se habían registrado”.
Por su parte, Mario Cesca, referente de ATTI, reconoció que algunos choferes se engancharon “por la malaria”, pero le reclamó al municipio que “saque de circulación a Maxim porque viola toda la normativa vigente. Esta app sería rusa y ofrece un servicio de taxi muy irregular con una tarifa a 300 presos, después hacen un regateo, eso no tiene nada que ver con el servicio. El precio de la tarifa lo fija el Estado. Tenemos tres ordenanzas en la ciudad”.
“Pedimos que tomen medidas para anular las aplicaciones. Todos tenemos que cumplir con la ley. Y estas aplicaciones tampoco brindan un beneficio, pero como hay tanta malaria algunos hacen cualquier cosa para sacar un viaje más. Por eso también está la responsabilidad de los taxistas que aceptan, y pedimos que se los sancionen”, abundó.
“Si se le dijo no a Ubber, no se puede permitir a Maxim o a She Taxi. Si no esto es una cabeza de playa para que entren un montón de aplicaciones. La Movi Taxi, la única legal en Rosario, funciona bien. El servicio está todo organizado, no necesitamos nada más. NI nosotros ni los usuarios. El despacho de viajes se hace perfectamente. Tenemos sistema de pago con tarjeta y Mercado Libre, centro de monitoreo al 911. Superamos todo lo que pueden ofrecer estas aplicaciones. Tenemos una legislación y hay que cumplir”, redondeó Cesca.