"Shock mental"
“Temen por su vida”: el rapero P. Diddy está bajo vigilancia estricta en la cárcel
La denuncia en su contra incluye 14 páginas donde múltiples víctimas describen actos de violencia sexual que supuestamente ocurrieron desde 2008.
Sean Diddy Combs, conocido como P. Diddy o Puff Daddy, atraviesa un momento crítico de su vida tras su arresto el 16 de septiembre en Brooklyn, Nueva York, bajo serias acusaciones de tráfico sexual y extorsión. A pesar de que su defensa ofreció una fianza de 50 millones de dólares, la jueza Robyn Tarnofsky la rechazó, lo que ha llevado al rapero a estar bajo estricta vigilancia por un supuesto "riesgo de suicidio".
El entorno de Diddy ha mantenido un perfil bajo sobre las razones detrás de esta medida, aunque fuentes cercanas informan que el rapero quedó en estado de "shock mental" tras la decisión de la jueza. Si bien no hay confirmación oficial sobre su estado mental, la gravedad de las acusaciones y la negativa a la fianza parecen haberle afectado profundamente.
La denuncia en su contra incluye 14 páginas donde múltiples víctimas describen actos de violencia sexual que supuestamente ocurrieron desde 2008, afirmando que Diddy las forzó a participar en situaciones "elaboradas y violentas". Marc Agnifilo, su abogado, ha calificado estas acusaciones de calumnias y ha minimizado las preocupaciones sobre el bienestar mental de su cliente, afirmando que la vigilancia es un protocolo habitual para figuras públicas en prisiones federales. "Diddy no es suicida", enfatizó Agnifilo, quien también destacó que su equipo está trabajando arduamente para apelar la decisión judicial.
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Pese a que Diddy se declara "inocente", las autoridades han presentado pruebas significativas en su contra, incluyendo el hallazgo de tres rifles y más de mil botellas de aceite de bebé en sus residencias de Miami y Los Ángeles, lo que ha suscitado inquietudes sobre su estilo de vida.
El fiscal del distrito sur de Nueva York, Damian Williams, formalizó los cargos el 17 de septiembre, acusando a Diddy de liderar una conspiración que usó su imperio empresarial para llevar a cabo delitos como tráfico sexual, trabajos forzados, secuestros y sobornos.
El futuro de Sean Diddy Combs sigue siendo incierto, pero su equipo legal se prepara para una intensa defensa. "Lucharemos hasta el final y limpiaremos su nombre", aseguró Agnifilo, mientras la industria del hip hop y el público en general observan con expectación el desarrollo de este caso que promete ser uno de los más comentados en los próximos meses.