Tensión e incertidumbre en Survivor: dos participantes debieron cambiar de tribus

Los jugadores de cada uno de los dos campamentos de Survivor Expedición Robinson se vieron extrañados desde el momento en que vieron llegar a Marley. Y mayor fue cuando el conductor les pidió a todos que preparen sus pertenencias. La tensión y las dudas no cesaron hasta que se les explicó cuáles eran las razones de la intempestiva llegada del conductor.

Así, durante una breve pero significativa alteración en el programa, el intercambio de dos participantes entre los equipos Sur y Norte hizo evidente las tensiones internas en este último campamento. El enroque de figuras incluyó a Inés Lucero y Eugenia Propedo, quienes se mudaron temporalmente a los equipos opuestos.

Para realizar el intercambio, el anfitrión utilizó una dinámica en la que fue sacando piedras con los nombres de los participantes al mar, asegurando la permanencia de los primeros nombres en sus respectivos equipos, mientras que los dos últimos serían los seleccionados para el intercambio. Inés fue enviada al equipo Sur, y Eugenia se trasladó al Norte.

Tal como se pudo apreciar de inmediato, la llegada de Eugenia al campamento Norte reveló rápidamente la tensa relación entre Inés y sus compañeros. Malena, una de las integrantes del equipo rojo, no tardó en calificar a Inés de “falsa”, al explicar que había maniobrado para eliminar a Fiorela antes de un Consejo Tribal. Malena añadió: “Es una mala persona”.

Por otro lado, Inés mostró satisfacción con su incorporación temporal al equipo Sur, al afirmar sentirse más conectada con ellos y señalar que el beneficio podría haber sido aún mayor si este cambio hubiera sido definitivo desde el inicio. “Me parece que yo tendría que haber empezado acá y Giselle allá, con eso te digo todo”, comentó Inés, al aludir a la mala relación con sus compañeros del Norte, quienes la consideraban una “traicionera”.

La decisión del intercambio fue presentada por Marley como un beneficio temporal. Explicó que ambas participantes regresarían a sus equipos originales después del siguiente juego de inmunidad, intentando así tranquilizar especialmente a Eugenia, quien se mostró angustiada ante la posibilidad de cambiar de equipo permanentemente.

El resultado del intercambio fue revelador para ambas jugadoras. Eugenia sorprendió al relacionarse fácilmente con los miembros de su nuevo equipo temporal, mientras que Inés, a pesar de integrarse bien en el Sur, no pudo evitar exponer abiertamente las fracturas internas de su grupo original en el Norte.