Tragedia en Mendoza: murió electrocutado un nene de 11 años tras recibir una descarga en su casa

Una familia mendocina quedó devastada por la muerte de un niño de 11 años que recibió una fuerte descarga eléctrica en un accidente domestico, peleó por su vida durante seis días y falleció este jueves sor la tarde.

El deceso de quien fue identificado como Joshua Miguel Ángel Cortez, tuvo lugar en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Pediátrico Humberto Notti de Mendoza, donde el niño permanencia desde el día del accidente,

Recordando el hecho ocurrió el pasado 26 de enero, a las 22:00, en una vivienda del barrio La Favorita de la capital mendocina. Allí acudió personal de la Comisaría 59na luego de haber recibido un llamado a la línea de emergencias dando cuenta que en el lugar un chico habría sufrido “un golpe de corriente”.

Según pudo saber Télam mediante testigos del incidente, el niño se habría ido a bañar y al ir a enchufar el calefón eléctrico recibió una fuerte descarga eléctrica que lo dejó tirado en el suelo. Así lo informó María Angélica Quinteros, abuela de la víctima.

En este contexto, una ambulancia del SEC (Servicio de Emergencias Coordinado) llegó al lugar de urgencia con el denominado “código rojo”, y el médico a cargo, Daniel Toledo, le diagnosticó paro cardiorespiratorio por víctima de electrocución.

En dicho momento a través de maniobras de RCP, se obtuvo un exitoso resultado ya que la víctima dio señales de vida. Para continuar con su recuperación lo trasladaron al Hospital Pediátrico Humberto Notti, donde ingresó luego ser estabilizado.

No obstante, su cuadro de salud no dejó de ser crítico en ningún momento y lamentablemente, a pesar de los esfuerzos médicos, falleció en la unidad de terapia intensiva en la tarde de este jueves.

Dos semanas previas al trágico incidente, tuvo lugar un hecho similar en la provincia de Corrientes, donde un joven de 17 años murió electrocutado antes de irse a bañar.

Era una noche tranquila en Gobernador Virasoro, una localidad del interior de Corrientes, a unos 324 kilómetros al este de la capital provincial. Cerca de las 21:00 del miércoles 10 de enero, José Ezequiel G. tenía intención de bañarse. La ropa que quería ponerse luego estaba recién lavada, aún colgada, por lo que fue a buscarla. Y ahí llegó lo inexplicable, la tragedia: apenas tocó el tendedero, el menor recibió una descarga eléctrica que lo mató.

Sin pararse a pensar cómo sucedió, Sergio, su padre, lo metió en un auto particular y lo llevó al sala de emergencias del Hospital Doctor Miguel Sussini,. Los médicos del centro de salud le practicaron reanimación cardiopulmonar (RCP), pero no lograron devolverle la vida.

Ya con nada por hacer, quedaba un misterio que resolver, el de cómo pudo haberse electrificado de esa manera el tendedero. Por ello, personal de la Comisaría de Distrito Segunda, por orden del fiscal Luna Enciso, se dirigió al domicilio ubicado en la calle San Luis del Palmar y Empedrado.

Como era un día de mucha humedad y lluvia, el tendedero estaba cubierto, en la galería de la casa. Los investigadores, al realizar su inspección ocular, descubrieron qué había pasado.

La línea en la que estaba colgada la ropa, tenía contacto con la chapa del techo de zinc, que presentaba conducto de energía eléctrica, solo que faltaba revelar la procedencia de esa energía. Continuado el exhaustivo análisis, descubrieron que esa chapa estaba rozando la conexión de la instalación eléctrica de un aire acondicionado de la casa de un vecino.

Esa fue la cadena de casualidades que acabaron con la vida de José. La causa está calificada como “supuesta muerte dudosa”.