Tras fuertes críticas, anuncian la reapertura del Acuario en Rosario
Cerró en febrero y allí funciona, desde septiembre, un centro de cómputos del plan Detectar. Incertidumbre por la continuidad laboral.
Con cuatro pedidos de informes de la Cámara de Diputados y otros del Concejo, y su utilización para otra actividad producto de la pandemia, el Acuario del Río Paraná anunció su “pronta apertura” con estrictos protocolos. Todavía no hay fecha precisa en medio de la polémica por su cierre decretado en febrero pasado. Si bien sus responsables afirman que el lugar nunca detuvo sus tareas, aún no se sabe qué pasará con la renovación de contratos del personal que trabajó hasta febrero pasado.
Lo último que supieron los rosarinos de este espacio científico y cultural que mira al Paraná fue en febrero pasado, en ocasión del fin de semana de Carnaval. Había estado cerrado desde el 13 de enero, pero esos días estalló de curiosos en conocer la fauna ictícola autóctona en una propuesta atractiva. Hasta su clausura al público, más de 300 mil personas habían transitado por el moderno edificio desde su reapertura en febrero de 2018.
Lo cierto es que en marzo sobrevino la pandemia, el aislamiento social y el cierre de todos los dispositivos culturales tanto municipales como provinciales.
Como el Acuario conjuga una oferta al público para ver las especies con laboratorios y un ala de investigación científica que comparte con el Conicet-UNR, comenzaron los pedidos de informes en relación al presente y futuro de los trabajadores.
El primero fue previo a los criterios epidemiológicos contra el Covid-19. La diputada socialista Erica Hynes solicitó datos sobre su cronograma de visitas y su proyecto socio-educativo. Luego, comenzaron a replicarse otros en la Cámara baja: Claudia Balagué, Esteban Lenci, Carlos Del Frade y Ariel Bermúdez. Este último legislador le requirió en su proyecto al Ejecutivo en junio pasado que informe cuántas personas componían la planta de personal a mayo del año pasado y cuántas hay en la actualidad. Particularmente, contratados y permanentes afectados a la atención al público y la continuidad laboral. También si estaba garantizado el mantenimiento de sus instalaciones.
El Concejo Municipal también fue caja de resonancia. Primero con un pedido de la concejala socialista Verónica Irizar y el 12 de noviembre pasado por parte de su par de bancada, Lorena Carbajal.
En sus considerandos advierte que “desde diciembre de 2019 se disminuyeron a la mitad los contratos dejando a sus trabajadores sin sustento económico, y se acotaron las funciones al mínimo mantenimiento: quedó sin funcionar la boletería con 4 trabajadores desafectados, el área educativa con 4 coordinadores desafectados y 50 residencias vacantes para este año, mantenimiento con 4 trabajadores desafectados, administración ”con 3 trabajadores desafectados”, y a los “acuaristas”, quienes dan de comer a las más de 100 especies de peces que viven en el Acuario, se les informó que no iban a tener renovación. A esto se suma la renuncia del jefe del área técnica, situación que pone en peligro la vida de los peces del Acuario.
Mientras los legisladores expresaban su preocupación, el gobierno provincial optó por “reperfilar” una parte de sus instalaciones.
En un parte de prensa del gobierno provincial informó horas antes del último pedido en el recinto local que ya desde septiembre se adaptaron las instalaciones del Centro Científico, Tecnológico y Educativo Acuario del Río Paraná, para sumar diez equipos profesionales a la carga de los registros estadísticos epidemiológicos del Covid-19, incluyendo los resultados de los Detectar y Detectar Federal.
“Debido a la situación sanitaria, el establecimiento siguió trabajando, con sus puertas cerradas al público lo que permitió, entre otras cosas, refuncionalizar algunos de sus espacios, en vistas a ser puestos al servicio del sistema de salud en la pandemia”, había indicado la subsecretaria de Proyectos Científicos y Tecnológicos de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación, Eva Rueda.
Mantenimiento
Ahora, en un nuevo comunicado de prensa el Acuario del Río Paraná indicó que “durante estos meses de pandemia se realizaron todas las actividades de mantenimiento (limpieza de rejillas de las peceras, renovaciones de los filtros, alimentación de peces, reparaciones varias), que llevaron un trabajo intensivo”.
A su vez se subrayó que “el mantenimiento diario, los laboratorios y los recursos humanos que allí trabajan continuaron con sus tareas, a medida que se habilitaban las actividades. El Acuario nunca detuvo sus tareas, seguimos trabajando sin parar para que cuando estén dadas las condiciones, los santafesinos y santafesinas puedan sumergirse en el Acuario”.
Si bien no se precisaron fechas, el parte oficial agrega que se está “trabajando en un protocolo para la pronta apertura que consiste en 12 turnos diarios, que incluyen grupos reducidos de personas, el tiempo total de la visita es de 30 minutos e ingresan 2 grupos por hora. Los visitantes tendrán que completar una solicitud con sus datos personales, se les tomará la temperatura y habrá tareas de sanitización”.
Un pedazo del río en megapeceras
El Acuario cuenta con más de mil metros cuadrados de superficie en la Sala de Acuarios, que es el espacio central del área educativa del polo. Permite descubrir la biodiversidad del ecosistema del río Paraná a través de las cientos de especies que la habitan, distribuidas en unas cien peceras. Es una delicada pieza de relojería de controles de temperatura para imitar el hábitat natural con más de 250 mil litros de agua, acompañados por un sector lúdico e interactivo. Se invirtieron más de 200 millones para habilitarlo en febrero de 2018. Incluye el Parque Autóctono del Humedal de 2 hectáreas con más de 50 especie de árboles y aves, reservorios y peceras con más de 7.000 peces de 100 especies y un equipo de trabajo conformado por 40 personas entre los que se contaba con personal administrativo, científicos, biotecnólogos, acuaristas, buzos, ingenieros, técnicos, educadores, y jóvenes residentes en divulgación científica que acompañaban a los visitantes. El edificio integra el área administrativa, el Laboratorio Mixto de Biotecnología Acuática y el sector de peceras.