Ucrania: al menos 30 de los cuerpos hallados en ciudad de Izium tenían “signos de tortura”
“Es una prueba de las terribles torturas” sufridas por la población, añadió la autoridad en Telegram.
Varios cientos de tumbas coronadas por una cruz y una fosa común fueron descubiertas a mediados de este mes cerca de la ciudad de Izium, que estuvo bajo ocupación rusa durante varios meses antes de ser retomada por las fuerzas ucranianas.
La policía ucraniana dijo que también había descubierto “salas de tortura” en la región, incluida Izium.
Las fuerzas rusas están acusadas de múltiples violaciones de derechos humanos en los territorios bajo su control en Ucrania, especialmente en Bucha, en las afueras de Kiev, donde se habían descubierto los cadáveres de civiles a sangre fría tras su retirada de la zona a finales de marzo.
Moscú niega haber cometido estos crímenes y calificó de “mentira” el descubrimiento de las tumbas en Izium.
La denuncia se conoce el mismo día que un equipo de la ONU dijo que recabó pruebas de bombardeos en zonas civiles, numerosas ejecuciones, tortura y violencia sexual y concluyó que Rusia cometió crímenes de guerra en Ucrania.
“Quedamos impactados por el gran número de ejecuciones en las regiones que visitamos. La Comisión investiga actualmente esas muertes en 16 ciudades y lugares. Recibimos acusaciones creíbles concernientes a más numerosos casos de ejecuciones, que estamos documentando”, declaró el presidente de ese cuerpo, Erik Mose, durante una primera presentación, citado por la agencia de noticias AFP.
Estas acusaciones directas -poco comunes en la habitual prudencia de la ONU- recibieron el elogio de muchos diplomáticos aliados de Ucrania.
En una intervención por video, el representante de Ucrania, Anton Korinevich, calificó la presentación de los investigadores de “base importante” hacia el establecimiento de responsabilidades ante la Justicia, y recordó que su país reclama la creación de un tribunal especial para juzgar los crímenes rusos en Ucrania.
El equipo de investigadores fue lanzado en marzo por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para investigar las denuncias por el accionar de las tropas rusas en Ucrania. Luego, el consejo aprobó en mayo una nueva resolución que pedía a la comisión investigar específicamente las graves violaciones de los derechos humanos cometidas por las tropas rusas en las regiones de Kiev, Chernígov, Jarkov y Sumy.
Rusia desmintió esta y otras las acusaciones, aseguró que forman parte de la campaña de las potencias occidentales y afirmó que siguen “el mismo guión que Bucha”, aludiendo a la denuncia de asesinato masivo de cientos de civiles en la ciudad homónima a fines de marzo, que el Kremlin también calificó de “farsa”.
Moscú sostiene que los crímenes de guerra viene de la contraparte ucraniana, y las vincula al “batallón de Azov” un grupo de ultraderecha que integra el panorama político y militar de Ucrania hace una década y que Moscú tilda de “nazis”
En abril, el jefe del Comité de Instrucción de Rusia, Alexander Bastrikin, anunció que Moscú acusó a 92 miembros de las fuerzas armadas ucranianas de crímenes contra la humanidad, e inició otras 1.300 investigaciones por crímenes contra la población civil en el Donbass, la región industrial en el este de Ucrania que es actualmente el principal teatro de operaciones de la guerra.