Ucrania y Rusia acordaron mantener el alto el fuego
El enviado ruso Dmitri Kozak sostuvo que la situación en el este de Ucrania y la tensión en la frontera son “dos asuntos diferentes”. Y el representante ucraniano afirmó que “queremos mantener este diálogo”. En paralelo, Estados Unidos propuso relanzar las negociaciones con Rusia sobre control de armamentos.
Ucrania y Rusia acordaron el miércoles en París mantener el alto el fuego y volver a conversar en dos semanas, en diálogo con representantes de Alemania y Francia, mientras Estados Unidos y la OTAN entregaron a Moscú propuestas escritas con el fin de evitar una eventual invasión rusa a su vecino.
Las conversaciones en la capital francesa “no fueron sencillas” pero, “pese a todas las diferencias de interpretación”, los delegados coincidieron en que “todas las partes deben mantener el alto el fuego” en el este de Ucrania, informó el enviado ruso, Dmitri Kozak, en conferencia de prensa.
“Necesitamos una pausa adicional; esperamos que este proceso tenga resultados en dos semanas”, agregó el vocero, tras el encuentro que mantuvo durante ocho horas con diplomáticos de Ucrania, Alemania y Francia, según la agencia de noticias AFP.
“Nosotros queremos mantener este diálogo”, afirmó el representante ucraniano, Andrii Yermak, y agregó que la declaración del miércoles “es el primer documento significativo” que las partes lograron acordar “desde diciembre de 2019”.
Asimismo, los cuatro países -que integran el Cuarteto de Normandía, creado en 2014 para buscar una salida a la crisis en Ucrania- ratificaron en una declaración conjunta su apoyo a los acuerdos de paz de Minsk “como base de trabajo” y se comprometieron a intentar “mitigar” los disensos.
“Esperamos que nuestros interlocutores comprendan nuestros argumentos y que en dos semanas consigamos resultados”, subrayó el vocero ruso.
Kozak sostuvo que la situación en el este de Ucrania -donde separatistas prorrusos proclamaron en 2014 dos repúblicas- y la tensión en la frontera son “dos asuntos diferentes”.
El próximo encuentro del Cuarteto de Normandía se celebrará en Berlín y también en el nivel de consejeros diplomáticos, puesto que una reunión de mandatarios “no está en la agenda”, según Kozak.
La reunión del miércoles procuraba reducir la tensión luego de una serie de conversaciones entre Rusia y Estados Unidos, que acusa a Moscú de preparar un ataque inminente a Ucrania tras haber desplegado miles de soldados en la frontera con este país, pese a que Kiev descartó el lunes esa posibilidad.
“Todo indica que el presidente (de Rusia) Vladimir Putin usará la fuerza militar en algún momento, quizás entre ahora y mediados de febrero”, insistió la subsecretaria de Estado estadounidense, Wendy Sherman.
Sin embargo, el ministro de Defensa y el secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa de Ucrania, Alexei Reznikov y Alexei Danilov, coincidieron el lunes en que su gobierno no tenía indicios de un “ataque inminente” por parte de Rusia.
Paralelamente, Estados Unidos y la OTAN entregaron el mismo miércoles a Moscú sus propuestas escritas tendientes a evitar lo que consideran una inminente invasión rusa a Ucrania, confirmaron las tres partes, según la agencia Europa Press.
Washington rechazó en su nota la posibilidad de negar el ingreso de Ucrania a la OTAN, como pretende el Kremlin, pero ofreció a cambio “un canal diplomático serio si Rusia lo desea” para negociar la solución a la crisis, reveló el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken.
“Hemos dejado claro que hay principios básicos que estamos determinados a mantener y defender, incluida la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, y el derecho de los Estados a elegir sus propias disposiciones de seguridad y alianzas”, remarcó Blinken en conferencia de prensa en la capital estadounidense.
El funcionario, que aseguró que está dispuesto a reunirse “en los próximos días” con su colega ruso, Serguei Lavrov, aclaró que la propuesta no se haría pública porque cree que “la diplomacia tiene más posibilidades de éxito”.
No obstante, sostuvo que el documento “reitera lo que Washington estuvo diciendo públicamente desde hace semanas, y en cierto sentido desde hace muchos años”, y es que defiende “el principio de la puerta abierta en la OTAN”.
También “hablamos de la posibilidad de medidas de transparencia recíproca con respecto a nuestras posturas militares, así como medidas para mejorar la confianza con respecto a ejercicios y maniobras militares en Europa”, añadió Blinken.
En la nota, elaborada en coordinación con Ucrania y sus aliados europeos, Estados Unidos también propuso relanzar las negociaciones con Rusia sobre control de armamentos, especialmente en relación con los misiles estratégicos y las armas nucleares estacionadas en Europa.
La propuesta de la OTAN tiene un tomo similar a la de Estados Unidos, de acuerdo con lo que afirmó el secretario general del bloque, Jens Stoltenberg, en conferencia de prensa en Bruselas.
“Hemos dejado claro que no comprometemos el derecho de cualquier nación a pedir su ingreso en la OTAN” y la marcha de las negociaciones para evitar una escalada de la crisis “depende de si hay voluntad de comprometerse de buena fe y tratar de sentarse y encontrar un terreno común”, dijo.
Stoltenberg aseguró que la propuesta de la OTAN fue “negociada y acordada” por todos sus miembros y advirtió que si Moscú no la atiende, la alianza está preparada para desplegar “en cuestión de días” su fuerza de respuesta inmediata, conformada por unos 5.000 efectivos de diversas nacionalidades.
Mientras tanto, la embajada de Estados Unidos en Kiev, en un mensaje en su sitio web, instó a los ciudadanos estadounidenses a abandonar Ucrania “a partir de ahora” porque la “situación de seguridad” en este país “sigue siendo impredecible debido a la creciente amenaza de una acción militar rusa y puede deteriorarse sin previo aviso”.
Washington ya había anunciado el domingo el retiro de algunos diplomáticos y sus familiares, en una medida que fue imitada por el Reino Unido el lunes y por Canadá el martes, y que las autoridades ucranianas consideraron “prematura” y “excesiva”.
La guerra en el este de Ucrania, que dejó más de 13.000 muertos, se originó en 2014, a partir de un estallido prooccidental en Kiev y la anexión de la península ucraniana de Crimea por parte de Moscú.
Desde los acuerdos de Minsk de 2015, la línea de frente se estabilizó y los combates disminuyeron, pero la solución política del conflicto está estancada.