Un caso excepcional: tuvo cáncer 12 veces, pero es inmune a su propia enfermedad
Una mujer española tuvo cáncer durante tres décadas. Los médicos dicen que posee una variación genómica que la hace inmune a su propia enfermedad.
El caso de una paciente española que logró superar 12 tumores se presentó esta semana en la revista Science Advances como un registro excepcional: el primer cáncer se lo detectaron cuando tenía dos años y el último a los 28.
Cuando ingresó, en 2015, a la Unidad de Cáncer Familiar del Centro de Investigaciones Oncológicas (CNIO), ya había tenido un prontuario de intervenciones quirúrgicas para extirpar tumores malignos y malformaciones celulares benignas, además de haber pasado más de dos décadas recibiendo tratamientos oncológicos como la radioterapia y la quimioterapia.
Marcos Malumbres, jefe del grupo de División Celular y Cáncer del CNIO, plantea que este trabajo es “un camino para detectar células con potencial tumoral con mucha antelación a las pruebas clínicas y al diagnóstico por imagen; y también una novedosa vía para estimular la respuesta inmune frente a un proceso cancerígeno”.
Antecedentes de un caso muy particular de cáncer
Cuando la paciente acudió por primera vez a la Unidad Clínica de Cáncer Familiar del CNIO se tomó una muestra de sangre para secuenciar los genes más frecuentemente implicados en cáncer hereditario, pero no se detectó en ellos ninguna alteración. Los investigadores analizaron entonces todo su genoma, y encontraron mutaciones en un gen, llamado MAD1L1.
Este gen es esencial en el proceso de la división y la proliferación celular. Los investigadores del CNIO analizaron el efecto de las mutaciones detectadas, y concluyeron que provocan alteraciones en el número de cromosomas de las células –todas las células del cuerpo humano tienen 23 pares de cromosomas–.
La explicación del caso particular de cáncer
Los investigadores han descubierto que los 12 tumores, cinco de ellos malignos, se deben a que la paciente heredó de ambos progenitores mutaciones en un gen esencial para la vida.
En modelos animales, se ha observado que cuando hay mutaciones en las dos copias de este gen –procedente cada una de ellas de un progenitor–, el embrión muere. Para asombro de los científicos, la persona protagonista de este caso tiene ambas copias mutadas y ha sobrevivido, llevando una vida tan normal como le permite su delicada salud.
No hay descrito otro caso así. Según el coautor del trabajo Miguel Urioste, que ha liderado la Unidad Clínica de Cáncer Familiar del CNIO hasta su jubilación en enero de este año, “académicamente no se puede hablar de un síndrome nuevo por tratarse de la descripción de un único caso, pero biológicamente lo es”.
Se conocen otros genes cuyas mutaciones alteran el número de cromosomas de las células, pero “este caso es diferente por la agresividad, por el porcentaje de aberraciones que produce y por la extrema susceptibilidad a padecer un alto número de tumores diferentes”.
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Por qué desaparecieron los tumores
Uno de los hechos que más intrigó al equipo investigador fue que los cinco cánceres agresivos desarrollados desaparecieron con relativa facilidad.
Su hipótesis es que “la producción constante de células con alteraciones ha generado en la paciente una respuesta defensiva crónica contra estas células, y eso ayuda a que los tumores desaparezcan. Pensamos que esto puede ser útil para otros pacientes: potenciando su respuesta inmune les ayudaríamos a frenar el desarrollo tumoral”, explica Malumbres.
Actualmente, la ciudadana española exdiagnosticada con cáncer lleva un estilo de vida normal y no ha vuelto a desarrollar nuevos tumores desde 2014, un año antes de ingresar al consultorio del CNIO. Asimismo, los especialistas de la salud de dicha clínica renombraron su padecimiento en una patología de causa genética hallada en ella bajo el nombre de “aneuploidías en mosaico variegadas”
“También es la paciente que ha sobrevivido más tiempo a esta clase de dolencia porque la mayoría suele morir en la infancia “, señala el médico Urioste.
Análisis de células únicas para el diagnóstico precoz del cáncer
Para estudiar a fondo a la paciente y a sus familiares –varios con mutaciones en el gen MAD1L1, pero solo en una de las copias— los científicos utilizaron la tecnología de análisis de células únicas, que aporta una cantidad de información impensable hace solo unos años.
Se trata de analizar los genes “de cada una de las células sanguíneas por separado”, explica Carolina Villarroya-Beltri, investigadora del CNIO y primera firmante del estudio. En la muestra, hay muchos tipos de células diferentes y por lo general se secuencia el conjunto de ellas, “pero al analizar miles de estas células por separado, una a una, se puede estudiar qué le está pasando a cada célula concreta, y cuáles son las consecuencias de esos cambios en el paciente”.
El análisis de células únicas develó, entre otras anomalías, que en la muestra de sangre había varios cientos de linfocitos cromosómicamente idénticos, procedentes, por tanto, de una única célula en rápida proliferación”.
Los linfocitos son células defensivas que atacan invasores específicos; a veces, sin embargo, un linfocito prolifera demasiado y se extiende hasta formar un tumor. Ese es el proceso que en este trabajo estaría captando el análisis de células únicas: los estadios más iniciales de un cáncer.
A raíz de este hallazgo, los investigadores proponen en su artículo que el análisis de células únicas puede utilizarse para identificar células con potencial tumoral mucho antes de que aparezcan síntomas clínicos, o marcadores observables en pruebas analíticas.
El estudio ha estado coordinado por los investigadores Sandra Rodríguez-Perales, jefa de la Unidad de Citogenética del CNIO; Marcos Malumbres, jefe del grupo de División Celular y Cáncer del CNIO; y Miguel Urioste, jefe de la Unidad Clínica de Cáncer Familiar del CNIO hasta enero de este año.
Este estudio ha sido realizado con fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación; la Fundación Científica de la Asociación Española Contra el Cáncer; y la Comunidad de Madrid.