Misterio en Grecia
Un hombre murió al caer del balcón de un hotel después de pedirle casamiento a su novia
Se trata de Stephen Willits, un hombre británico de 45 años que estaba de vacaciones en Grecia junto a su pareja.
Un hombre británico de 45 años murió al caer del balcón de un hotel en Corfú, Grecia, pocas horas después de proponerle matrimonio a su novia. La víctima fue identificada como Stephen Willits, un trabajador del parque de diversiones Alton Towers, que estaba de vacaciones en la playa.
Según los investigadores, antes de la tragedia, Willits se encontraba celebrando su reciente compromiso con los huéspedes del hotel y había consumido alcohol. Si bien el hecho ocurrió en agosto del 2020, la Policía determinó esta semana que no hay pruebas suficientes para constatar por qué se cayó.
La víctima era oriunda de Uttoxeter, Inglaterra, y había ido a pasar sus vacaciones en una isla griega junto a su novia. Además de descansar, aprovechó la ocasión para pedirle casamiento durante una cena. Así fue cómo, después de una comida y algunas bebidas en el bar, volvieron a la habitación de su hotel ubicado en Corfú.
Aproximadamente una hora después, Stephen murió al caer del balcón mientras su prometida estaba en el baño.
En un principio, los investigadores señalaron que Willits sufría una “depresión leve” aunque no tenía antecedentes de pensamientos suicidas ni de enfermedades mentales agudas. En este sentido, la hipótesis principal apuntó a que fue un accidente, aunque nunca lograron ubicar a ningún testigo que lo corrobore o pruebas contundentes que lo reafirmen.
“Stephen murió como resultado de una caída desde una altura. Parecía estar de buen humor. Le había propuesto matrimonio a su novia ese día y estaba feliz por ello. Hizo comentarios positivos a la familia, en Facebook y a otros huéspedes del hotel. Estoy convencido de que estaba muy intoxicado, según indicó el informe de toxicología. No puedo determinar por qué se acercó al balcón”, explicó Daniel Howe, el asistente forense de Staffordshire.
Según un medio local, Stephen había trabajado cinco años en un parque de diversiones administrando las máquinas expendedoras. Era conocido cariñosamente como “Mr. Fix It” y “siempre estaba sonriendo”.
“Era la persona más amable que jamás haya existido, no tenía ni un signo de maldad de su cuerpo. Era el mejor tío de todos los tiempos”, expresó su hermana Leslie a través de las redes sociales.