Un jefe de la Policía de Córdoba recibió un tiro durante un operativo y el chaleco le salvó la vida

En el marco de un procedimiento policial por un robo, un jefe policial recibió un balazo de pistola por la espalda. Afortunadamente, el chaleco antibalas reglamentario le salvó la vida. De todos modos, el comisario Carlos Hernández, jefe de la Guardia de Infantería de la Policía cordobesa, debió ser trasladado al Policlínico Policial para su atención. Además recibió una pedrada.

Todo sucedió en la villa Los Galpones, próxima al barrio Alta Córdoba.

La Policía realizó disparos con las pistolas de gas pimienta. Un joven que estaba acusado de haber robado una bicicleta terminó con golpes en una pierna.

Fuentes policiales informaron que todo sucedió el lunes a la siesta cuando policías llegaron a ese asentamiento en el marco de un procedimiento por un robo.

Fue así que, en medio del procedimiento, se produjeron incidentes por lo que arribó una brigada de la Guardia de Infantería de la fuerza de seguridad. En medio del operativo, se escuchó una detonación: un disparo de pistola dio en la espalda del jefe policial.

Por fortuna, el comisario tenía colocado el chaleco antibalas, pertrecho que terminó salvándole la vida.

Un joven de 19 años, sindicado de haberse robado una bicicleta, terminó detenido. A su vez, debió recibir atención médica.

Tras esto, los vecinos arrojaron piedras a los uniformados, por lo que tomó intervención personal de la Guardia de Infantería.

En ese marco, Hernández fue herido en la pierna izquierda y luego recibió un disparo que impactó en la parte posterior de su chaleco balístico, perforando dos capas del mismo, indicaron fuentes policiales.

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“Volví a nacer. Sentí un impacto en la espalda y pensé que era una piedra. A posterior veo que estaba el impacto de arma de fuego. Impactó a la altura del omóplato derecho”, le dijo el comisario