Un pueblo de Italia hace tests a todos sus habitantes
“Estoy harto de ver morir a mi gente en casa”, justifica la medida controvertida el alcalde de Robbio, en la Lombardía.
“Estoy harto de ver a mi gente morir en sus casas”, señalaba el alcalde de Robbio, Roberto Francese, en el canal de noticias de Mediaset. No piensa resignarse ante el avance del coronavirus en su municipio, por lo que ha tomado una medida solitaria y controvertida, sin la aprobación de las autoridades sanitarias italianas: ha llevado a cabo tests sanguíneos a toda la población de su localidad. Robbio es un pequeño pueblo de 6.000 habitantes en la Lombardía, al norte de Italia, uno de los focos de la epidemia en el país transalpino.
Los tests ya han empezado a realizarse en el municipio, con puestos instalados en el pabellón de deportes de la localidad. Se trata de análisis de sangre que no son reconocidos en Italia, donde el Instituto Superior de Salud sostiene que “no existen kits comerciales para confirmar el diagnóstico de infección por el nuevo coronavirus”. Sin embargo, los tests permiten identificar a las personas contaminadas que no tienen síntomas y por lo tanto serán clave para poder organizar la etapa de desconfinamiento.
“Nunca podremos mejorar la situación si no separamos a las personas contagiadas del resto, y la prueba sanguínea sirve para eso”, aseguró a la agencia Afp el alcalde italiano, de 35 años, elegido hace menos de un año, en mayo del 2019, en una lista “cívica y apolítica”.
El Ayuntamiento de Robbio ha instalado una especie de laboratorio de campaña en el pabellón polideportivo en el que los habitantes de la población hacen fila para someterse a un análisis de sangre. Las tomas de sangre las realizan voluntarios de Protección Civil o de los servicios de ambulancias, equipados con guantes y máscaras. Las muestras se envían a un laboratorio de Nápoles, ya que la región de Lombardía ha prohibido a los municipios realizar tests.
Según el alcalde, cerca de 2.000 habitantes del municipio ya se han sometido al test, incluidos vecinos que están confinados en casa, que no han dudado en pagar 45 euros por la analítica.
Algunos vecinos de poblaciones de los alrededores se han interesado por la iniciativa, así como una empresa local que ha pagado 5.000 euros para hacer la prueba a sus empleados. Del mismo modo, otras regiones italianas, como el Véneto, están dispuestos a hacer tests masivos a la población. El gobernador de Véneto, Luca Zaia, anunciaba el inicio de una fase experimental de tests sanguíneos en personal de la sanidad y residencias.