La conmovedora historia del niño santafesino que con tan solo dos años luchó contra el cáncer y lo venció
Felix Agüero Mariño, el niño de 2 años de la ciudad de Firmat diagnosticado con leucemia linfoblástica a principios de 2022, finalmente fue dado de alta luego de ser trasplantado de médula ósea el pasado 1 de febrero, intervención posible gracias a la donación de su padre. En esta nota te contamos cómo fue el duro camino que recorrió junto a su familia y el equipo médico, y cómo logró salir victorioso de esta batalla. Una historia que te emocionará y te inspirará. ¡No te la pierdas!
Jorge Pavia
El camino del niño oriundo de la ciudad de Firmat, en el departamento General López, de tan solo dos años, no fue nada fácil. Tras ser diagnosticado con la enfermedad en febrero del 2022, tuvo que someterse a tratamientos invasivos y sus papás tuvieron que mudarse a la ciudad de Rosario para poder llevar adelante los distintos estudios de Félix. Luego, surgieron complicaciones y lo único que quedaba por hacer era un trasplante de médula ósea, cuyo donante fue su papá, Waldemar, en una intervención llevada adelante el 1 de febrero en el Hospital Privado de Córdoba, donde Félix consiguió una cama a través de gestiones del director del Cudaio, Armando Perichón.
Luego del trasplante de médula, Félix tuvo que luchar para salir adelante, con altas y bajas en su estado de salud hasta que finalmente, el pasado jueves 20 de abril, recibió el alta.
En diálogo con Notife su mamá, Paola Mariño, aseguró estar “muy felices por la recuperación de Félix, aunque ahora deberá resta un año de muchos cuidados hasta que sus defensas se estabilicen”.
Una historia conmovedora
Además, Paola Mariño, mamá de Felix Agüero Mariño, hizo un repaso de estos últimos meses, desde que su pequeño hijo comenzó con los preparativos para el trasplante de médula ósea hasta la actualidad, donde pueden disfrutar en su casa de la última etapa para la recuperación total. h
“El 23 de enero ingresó en el hospital donde le realizaron la etapa de acondicionamiento antes del trasplante de médula ósea. El 1 de febrero fue el trasplante y ahí tuvimos que estar internados hasta principios de marzo”, rememoró Paola Mariño. Y añadió: “A los pocos días Félix presentó un cuadro febril y desde ahí nos quedamos en el hospital hasta el jueves 20 de abril”.
Cáncer infantil en Argentina: alrededor del 60% de los niños se cura
Además, explicó que luego de la intervención, “a causa del EICH (enfermedad del injerto contra huésped), que esta vez se hizo presente en la parte gastrointestinal (antes había atacado su piel), Félix estaba con muchas deposiciones, lo que no le permitía la absorción de la medicación post trasplante, por lo que necesitó un tratamiento intravenoso específico para que pudiera absorberla”. Los días pasaban y no había una mejoría, “había presentado fiebre y en una tomografía se pudo ver una manchita en su pulmón, por esto le administraron antibióticos y la fiebre cesó”, relató Paola.
La parte gastrointestinal del pequeño no mejoraba, por lo que los especialistas decidieron volver a darle corticoides para ver si mejoraba, y así fue. “Un día antes nos vinieron a decir que quizás estaba cerca el alta, pero no había nada seguro”.
En los videos que acompañan la nota, puede verse, a modo de simbolismo, el camino que Félix transitó junto a su mamá Paola y a su papá Waldemar para salir del hospital. En la valija, puede verse un cartel con la leyenda: ¡Vencí al Cáncer!
El gran día
“El jueves 20, por la mañana, llegó el día que tanto habíamos estado esperando. Llegaron las médicas con globos, burbujas y dibujos a darnos la feliz noticia de que nos íbamos de alta. Aún no caemos que ya lo peor pasó, lejos quedó todo el tratamiento en Rosario con quimios super fuertes; lejos quedó la internación del trasplante; las bombas que sonaban a cada rato, la incertidumbre, el dolor; el poder estar juntos”, se emocionó Paola.
Además, revivió aquel día tan ansiado, el jueves del alta: “Vestimos a Félix con su traje de Spiderman, preparamos las valijas y nos fuimos. Ni se imaginan la sensación de llegar, dormir en una cama los tres, jugar; poder estar juntos, tan simple e importante como eso. Todavía nos estamos recuperando del cansancio y el stress que genera estar casi viviendo en un hospital. Nos queda 1 año en el que tenemos que cuidarlo, ya que es el tiempo que tarda su cuerpo en estar en óptimas condiciones y con sus defensas en buen nivel, pero ya pasamos la gran batalla y nuestro héroe venció el cáncer”.
Por la lucha contra el cáncer infantil, el” Dibu” Martínez subastará los guantes que usó en Qatar
Por último, toda la familia agradeció a “la ciudad de Firmat y a todas las personas que nos apoyaron desde el momento cero a sobrellevar esta lucha. ¡Lo logramos!”, enfatizaron alegres.