Inglaterra
Una mujer sufrió graves quemaduras al prenderse fuego su vaporizador en el bolsillo
La víctima tuvo que someterse a numerosas cirugías para recuperarse. “Salieron chispas de la batería como si fueran fuegos artificiales”, aseguró.
Una mujer sufrió graves quemaduras en la pierna después de que se prendiera fuego su vaporizador en el bolsillo. La joven lo había guardado allí antes de salir de casa sin imaginar que momentos después su vida cambiaría para siempre. Las lesiones fueron de tal magnitud que tuvo que someterse a numerosas cirugías para recuperarse.
El dramático episodio ocurrió en Dorset, Inglaterra, en noviembre del 2022. Sin embargo, se viralizó en las últimas horas después de que la propia protagonista de la historia, Kerri Absolom, compartiera su testimonio para concientizar sobre el uso de los dispositivos electrónicos. Según contó, a poco más de dos años del incidente, continúa con secuelas psicológicas.
De acuerdo a la información publicada por People, Kerri estaba preparándose para ir a trabajar, cuando agarró el vaporizador y lo guardó en su bolsillo para no olvidarlo. A los pocos minutos sintió que se le estaba quemando la pierna. “Cuando vi que una pequeña llama empezaba a parpadear en mi bolsillo, traté de apagarla furiosamente con las manos”, recordó.
La joven describió el momento como “espeluznante” y dijo que “salieron chispas de la batería como si fueran fuegos artificiales”. La situación se fue de control y el fuego le provocó severas lesiones en el cuerpo.
Kerri fue rescatada por los bomberos. Ellos le explicaron que, probablemente, la batería del vaporizador había entrado en contacto con sus llaves, que funcionaron como conductor y eso provocó el inicio de las llamas.
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Una larga recuperación y secuelas imborrables
Desde aquel día, Kerri afronta un proceso de recuperación largo y doloroso. En estos casi tres años, tuvo que someterse a procedimientos de injertos de piel en una de sus piernas, para reconstruir las lesiones provocadas por el fuego durante el incidente.
La joven recuerda el episodio con pena y asegura que no sólo le provocó daños físicos, sino que también psicológicos. Según contó, muchas veces le costó conciliar el sueño por estar en un “estado de miedo constante”.
El desagradable momento que le tocó vivir la hizo dejar de vapear. “Aunque estoy lidiando mucho mejor con el trauma, todavía me preocupa mucho mi pierna”, admitió con preocupación.