Unión cayó ante Gimnasia por 2-0
Hace dos fechas, era el equipo más goleador de la Argentina y quedaba tercero con un partido menos. Perdió dos partidos jugando mal: décimo y afuera de la Sudamericana.
Con tres delanteros menos (Marabel en el banco, Alvez lesionado y el “Rayo” González en España con la Juvenil), hace dos fechas Unión ganaba, quedaba tercero, era el equipo más goleador de la Argentina, especulaba con un partido menos (el de Talleres) y se ilusionaba como nunca con pelear arriba, además de calcular para la próxima Copa Sudamericana 2023. Si eso fue presión, no la pudo manejar: cero de seis, dos actuaciones muy flojas y chances despilfarradas, primero en La Paternal y ahora en Santa Fe.
Gimnasia, que de la mano de “Pipo” es el equipo sensación en el año y quedó primero en la acumulada, ratificó en Santa Fe su andar espectacular: ganó 16 de 25 partidos y se puso a un solo puntito de los líderes tucumanos en el actual certamen. El resultado, con Mele como clara figura de Unión con tres o cuatro tapadas, hasta le pudo quedar corto al “Lobo” de Gorosito.
Dos cosas quedaron sentenciadas cuando se terminaban los primeros 45 minutos en el 15 de Abril, más allá de la incomodidad de Unión por el resultado (0-1) y el asfixiante planteo de Gimnasia. Por un lado, la certeza que si el Tate se metía “con vida” y quedaba en partido era gracias al uruguayo Santiago Mele. Es que el golero charrúa le puso candado a su arco con dos tapadas espectaculares en menos de un minuto. Se podría decir que evitó el 2-0 y el 3-0 juntos. Primero, después de una “peinada” mal calculada e involuntaria de Gerometta que habilitó a Sosa, le ahogó el grito mano a mano, achicando y desviando. Fue a los 27 minutos, ya con Unión perdiendo. De esa jugada, la pelota fue a la oreja, otra pegada de Aleman, Piris que le gana a Esquivel y cuando se metía el puntazo de desvío a la carrera, una volada salvadora en la misma línea de gol. Iban 28.
La otra sentencia era que el equipo más goleador del torneo hace dos fechas (o sea Unión), se quedaba sin balas por tercer tiempo seguido: los dos de La Paternal y éste contra Gimnasia.
Al partido, en ese primer tiempo, lo rompió a favor del “Lobo” una increíble desatención defensiva de Unión que defendió en modo Caperucita. Si un jugador le pega bien en Gimnasia es Aleman y si un defensor tiene gol es Leo Morales. No tomaron nota de nada: comba envidiable según Maradona y el defensor que se mete solito para fusilar de cabeza. Un golpe inesperado, casi de nocaut mental.
Es que se bloqueó Unión: sin Portillo, Munúa se la jugó con el mediocampo más ofensivo posible: un delantero de “8” (Peralta Bauer) y un casi “10” (Roldán) de doble “5”. Sin embargo, vivió tirando pelotazos a la nada misma.
Esa frase del domingo (“podemos perder pero no jugando así…no somos Unión”) se prolongaba. Como nunca pudo entrar y los pelotazos eran previsible, no le quedó otra que patear de afuera: lo hizo Gerometta con veneno, tapó Rey, rebotó, atropelló Marabel (medio con el muslo) y la pelota pegó en el travesaño. Ésa y otro intento de Castrillón fue lo poco de Unión, ante una multitud sorprendida en las tribunas.
Las lesiones (primero Guiffrey y luego Sosa) apuraron las ventanas de “Pipo” con los cambios. La amarilla de VAR (no aplica pero fue así) lo dejó colgado a Nardoni.
En el complemento, Mele siguió igual de bien (dos tapadas más: a Soldano de cabeza y a Aleman mano a mano) y el equipo igual de mal. La triple ventana de cambios (Vera, Rayo y Álvez) sólo lograron amontonar ganas ofensivas pero sin ideas. Una vez más quedó en claro que repetir delanteros no es sinónimo de efectividad.
A los 20 se pudo terminar todo, pero la revisión del VAR, cambió la decisión del propio juez: pasó de penal para Gimnasia por mano de Vera a tiro libre para Unión. Ni siquiera eso lo infló anímicamente a Unión.
El último cambio, con el ingreso de Cañete, terminó por sentenciar el despelote táctico de Unión. Hasta que Aleman (figura clara del juego) construyó una pared con Soldano, se durmió Esquivel al cerrar (además se patina), quedó a mitad de camino Mele y justamente el ex “9” de Unión la mandó a la red sin gritarlo. Juntó las manos y pidió perdón a la multitud en el 15 de Abril.
Volvió a jugar mal Unión, defendió para perder con errores/horrores y se quedó sin balas en las dos peores batallas, con los que están arriba: Argentinos y Gimnasia.
De tercero a décimo…de estar adentro de la Sudamericana a quedar afuera…de ser el equipo más goleador del torneo a no marcar nada en 180 minutos. En la línea de fuego, el cargador tatengue quedó vacío. La ilusión de su gente casi igual.