Unión visita a Rosario Central en Arroyito
El equipo de Munúa lleva diez partidos sin ganar, convirtió apenas dos goles y acumula cuatro derrotas consecutivas. Los números no favorecen, pero el gran problema es que no la mete. Este lunes a las 20 enfrentará a Rosario Central.
Gustavo Munúa necesita salir de esta usina de rumores que se armó como producto del mal momento del equipo. Ganó sólo uno de los últimos diez partidos. Crédito: Matías Nápoli
Diez partidos sin ganar, apenas dos goles y cuatro derrotas consecutivas. Los números son duros. En otro contexto -que evidentemente no es el de Unión- habrían desembocado en la toma de otro tipo de decisiones. En Unión, no. ¿Hay preocupación?, sí. Y mucha. Se apunta sobre todo a la falta de gol, porque el equipo las crea. Los partidos se terminan definiendo por detalles, pero son detalles que siempre perjudican a Unión, nunca lo benefician. Munúa dijo luego del partido que así como no se fue cuando las cosas andaban bien (y quizás haya tenido algún tanteo al que no le dio demasiada importancia), tampoco se irá ahora porque nota que el equipo aún le responde. Le responde en la entrega, le responde en la aceptación del libreto que él propone para cada partido, le responde en la ejecución de ese libreto, pero la respuesta no llega en lo que a cualquier técnico lo termina sosteniendo en fútbol: los resultados.
Quedarán seis partidos. Muchos se preguntan si estos seis partidos son decisivos para definir renovaciones (por ejemplo la del técnico). Al decir del presidente Spahn, parecería que sí. Así lo dio a entender cuando habló con El Litoral en cancha de Platense. Ya el objetivo de entrar en la Copa Sudamericana (algo que Munúa consiguió el año pasado), está prácticamente perdido. Pero hay un aspecto del que se habla mucho en Unión: el proyecto.
Cuando la secretaría técnica eligió a Munúa lo hizo a partir de esa intención de llevar adelante un proyecto deportivo. Por eso, en la charla se le planteó la necesidad de que piense en trabajar dos años en el club, por más que el contrato se le hizo por un año y tres meses (asumió el 27 de septiembre del año pasado). Algunas cosas buenas se hicieron. Se potenciaron y mejoraron jugadores, aparecieron otros y varios de los refuerzos rindieron. El equipo mostró mucha inestabilidad en los resultados, algo que también le pasó a otros que jugaron copas internacionales. Está el caso de Vélez, un club con un proyecto definido que hoy está en los últimos puestos del torneo local.
La reacción del hincha es natural y lógica. No le gusta perder, no quiere perder. Y su equipo viene perdiendo mucho de local en los últimos tiempos. Ya el 15 de Abril no es la fortaleza que supo ser. Es entendible que la respuesta ante esa adversidad no sea positiva, por más que la “banca” de la gente ha sido muy importante, aún en los momentos malos como este.
Acá los que deben entender la situación, analizarla a fondo y en detalle para tomar la mejor decisión, son los dirigentes. Y la secretaría técnica, claramente. Saber si los resultados deben ponerse en el ojo de la tormenta o si existe un atajo para seguir adelante el proceso con el mismo responsable, entendiendo que esta coyuntura puede ser un obstáculo que hay que saltar.
Mientras tanto, hay que jugar con Rosario Central, otro equipo que llega sin buenos resultados y con necesidades. ¿Qué hará Munúa?, por lo pronto, la vuelta de Vera a la titularidad en el caso de que se encuentre totalmente recuperado. Quizás la continuidad de Ezequiel Cañete en el mediocampo, más allá de que podría contar con Roldán y poco más para retocar. El tiempo de trabajo no fue tal, sólo descanso entre el viernes a la noche y este lunes en el que Unión seguirá buscando la fórmula que lo lleve a la victoria.
Dicho sea de paso y a propósito de esto último, no hay otra solución posible que la de ser implacable en las dos áreas, sobre todo en la del rival. Unión crea situaciones y no convierte. Embocarle al arco se ha convertido ya en una necesidad imperiosa. Unión pasó de ser el equipo más goleador -hasta la fecha 13 del torneo, casi la mitad- a convertir apenas dos goles en 10 partidos. Es el gran problema (no convertir) y la gran solución (embocarle al arco de enfrente).
11 titulares
Probables de Unión para el choque con Rosario Central: Mele; Vera, Calderón, Polenta y Esquivel; Machuca o Juárez, Portillo, Cañete o Roldán y Castrillón; Luna Diale y Marabel.
El Apache Tévez meterá mano en el equipo que el lunes por la noche recibirá a Unión en el Gigante. De arranque, Damián Martínez y Javier Báez están para volver luego de purgar una fecha de suspensión y se supone que ambos serán titulares.
Báez seguramente ocupe el lugar de Juan Gabriel Rodríguez, quien debió dejar la cancha a los pocos minutos de comenzado el partido por una lesión en uno de los isquiotibiales y quedó descartado para el próximo compromiso. Así, de Facundo Almada o Juan Cruz Komar saldrá el acompañante de Báez. Ambos fueron titulares el viernes por la noche, aunque Almada arrancó como lateral. Justo en esa posición está listo ya Martínez, a quien Tévez seguramente le devolverá la titularidad.
Por lo demás, será clave la lectura que haya hecho Tevez respecto a la actuación de Lautaro Blanco como volante, pero teniendo en cuenta que Ignacio Malcorra ya está para volver (se repuso de una molestia sufrida en el partido frente a Platense), difícilmente el DT mantenga a Blanco en ese sector. En un contexto normal, Malcorra volvería y quien dejaría el equipo será Rodríguez.
Otro que está para volver es Mateo Tanlongo, pero ahí el panorama no está del todo claro. Tévez siempre tuvo en la consideración a Tanlongo un escalón por encima de Francis Mac Allister, por eso será indispensable saber qué tan agotado quedó el ex Talleres.
Y de ahí en más cualquier cambio que se agregue tendrá que ver con una apuesta del propio Tévez, pero más futbolística que de nombres. Porque puede mantener a Alejo Veliz como único punta, reemplazarlo por Jhonatan Candia, que jueguen ambos o que vuelva el Chipi Frías. Lo mismo sobre la continuidad entre los once de Gino Infantino.
El 25 de mayo de 1975, Unión y Rosario Central empataron 1 a 1 en el 15 de Abril con goles de Mastrángelo y Bóveda. Pero lo llamativo de aquél encuentro es que, en la reserva, jugó Aldo Pedro Poy, un ilustre de la historia de Rosario Central, autor del famoso gol de palomita contra Newell’s en la cancha de River que todavía se recuerda y que lo catapultó a la categoría de ídolo.
En ese partido de reserva, Unión ganó 1 a 0 con gol de Horacio Daniel Rojas, antes un Central que estaba segundo en la tabla de posiciones.
Unión formó con Febre; Retamar, Rojas, Mazzoni y Regenhardt; Ramón Zanabria, Anconetani y Luis Fredes; Herrera (Bassita), Paiva (Davies) y Roteta. Al equipo lo dirigía Alberto Violi.
Por el lado de Rosario Central, con Carlos Timoteo Griguol como entrenador, estuvieron Zelada; March, Craiyacich, Romero y Salinas; Cerminatto, Manzi y Poy; Lamberti (Chodín), Perassi y Cáceres (Agonil).
Eran los tiempos en los que el partido de reserva se jugaba antes del encuentro de primera, con lo cuál el público podía asistir a observar un espectáculo de casi cuatro horas de fútbol, algo que lamentablemente hoy se perdió por varias razones, entre ellas el cuidado de los campos de juego y el costo de los operativos policiales que se deben iniciar con anticipación.