United y Chelsea se clasifican para la Champions
La última jornada de la Premier acaba con la revuelta del Leicester, confirma la condena de Kepa y despide a David Silva convertido en mito de la competición.
La Premier más larga de la historia comenzó el 9 de agosto de 2019 con la revuelta del Leicester, el Wolverhampton y el Sheffield United, y terminó este domingo, casi un año más tarde, sin que se alterara apenas el statu quo. La pandemia y la nueva ley de los cinco cambios por equipo favoreció el poderío de los más ricos. El golpe de autoridad de los Seis Grandes en la última jornada completó la restauración del viejo orden. Liverpool, City, United y Chelsea clasificaron por este orden para la Champions; Leicester y Tottenham entraron en Liga Europa. El Arsenal, octavo, fue el único grande que se quedó fuera de las competiciones europeas, en una trayectoria declinante que dura años y que ni Emery ni Arteta han podido revertir. El lugar de los gunners en la zona europea lo ocupó el Leicester.
La última jornada enfrentó al Manchester United con el Leicester en el King Power Stadium por una plaza en la elite del fútbol continental. De un lado, el United representó la vieja aristocracia; del otro el más convincente de los retadores, un Leicester cuyos propietarios tailandeses prometen elevar al primer nivel a base de inversiones en infraestructuras, fichajes ingeniosos y una arraigada cultura de cantera. En enero, el United llegó a situarse 14 puntos por detrás de este Leicester que además de proponer un vistoso fútbol de combinación, gozó del máximo artillero del torneo, James Vardy, a sus 33 años autor de 23 goles. Este domingo el United solo se impuso de penalti después de más de una hora. El resultado final (0-2) devolvió al equipo de Solskjaer a la Champions después de un año de ausencia y empujó al Leicester del cuarto al quinto puesto con la ayuda del Chelsea.
Gran Mount
Una derrota o un empate del Chelsea habría comprometido su presencia entre los cuatro primeros, pero los blues no encontraron rival. Los Wolves acudieron a Stamford Bridge desmadejados. Lejos del nivel que habían exhibido en los primeros meses del campeonato, les faltó rigor para cerrarse, fe para presionar, y muchísima precisión en el último tercio de campo. Apenas dirigido por un Neves excelente pero sin apoyos, el primer remate del Wolverhampton se produjo en el minuto 57 y lo practicó Diogo Jota desde fuera del área. A las manos de Willy Caballero, predecible titular en perjuicio de Kepa Arrizabalaga. Sentenciado por Lampard tras el 5-3 de Anfield, el portero vasco, el más caro de la historia —80 millones de euros en 2018— vio el penúltimo capítulo del curso sentado en la grada.
El partido fue malo hasta que Mason Mount entró en ebullición. Primero, con una falta directa que colocó en la escuadra; después, con una asistencia a Giroud —seis goles desde la reanudación—. El 2-0 antes del descanso fue el marcador definitivo y con él se apagó el sueño del Wolves de entrar en Liga Europa. En ese casillero se metió el Tottenham, que empató (1-1) con el Palace.
El Manchester City consolidó su condición de segundo mejor equipo de la Premier arrasando al Norwich (5-0), que acudió al Etihad descendido. La noticia de la velada fue la despedida de David Silva, que disputó su último encuentro de un campeonato que le reconoce abiertamente como a uno de sus jugadores más influyentes de todos los tiempos. Se va después de ganar cuatro Ligas y dos Copas. “El City tiene un trabajo imposible por delante para sustituir a David Silva”, señaló Graeme Souness, legendario centrocampista del Liverpool, en The Times. “El español ha sido uno de los seis extranjeros más influyentes de la Premier, al nivel de Thierry Henry o Cristiano”.
En el fondo de la tabla, la última velada de la Premier decidió la suerte de dos descensos. Watford y Bournemouth acompañaron al Norwich —descendido desde hace una semana— a la Championship. Se salvó el Aston Villa con un empate (1-1) contra el West Ham.