Uno por uno, los nombres que conformarían el “nuevo” gabinete
El gobierno define cambios con el fin de terminar con la crisis política que provocó el cuestionamiento abierto de la vicepresidenta Cristina Kirchner. Posibles enroques e incorporación de gobernadores.
El presidente Alberto Fernández busca salir hacia adelante para poner fin a la crisis política que desató la derrota electoral, elevando a un nivel inédito la tensión con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Renunció Juan Pablo Biondi, Secretario de Comunicación y Prensa de la Nación
Con el objetivo de “ordenar el gabinete y terminar con la situación”, el jefe de estado apuraría algunos de los cambios entre sus ministros, reclamados por la principal socia del Frente de Todos.
Alberto Fernández piensa en un gabinete de emergencia que pueda controlar
El jefe de gabinete Santiago Cafiero aparece en todos los escenarios dejando su lugar. La reunión que mantuvo el presidente con dos gobernadores, Juan Manzur de Tucumán y Sergio Uñac, de San Juan, invitan a pensar que de ahí podría salir su reemplazante.
Los encuentros se dieron en las últimas horas en la quinta de Olivos, luego de que Fernández agradezca en su cuenta de Twitter el apoyo de los gobernadores, mostrando uno de los sectores en los que busca afirmarse en medio de la crisis.
Tanto Manzur como Uñac son dirigentes peronistas que encarnarían el siempre postergado “albertismo” que conviva con los otros sectores del Frente de Todos. A ellos se podría sumar el nombre del gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, quien ya ocupó ese cargo durante la segunda presidencia de Cristina Kirchner.
El aún ministro del interior, Eduardo “Wado” De Pedro, aparece como fija entre quienes darían paso al relanzamiento del gabinete. En su reemplazo, el presidente estaría buscando otro de los sectores de peronismo tradicional, en este caso el que anida entre los intendentes. Un rumor que parece añejo por el devenir de los acontecimientos, ubicaba al intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde.
El regreso de Agustín Rossi, quien abandonó el Ministerio de Defensa para postularse como candidato a diputado nacional por Santa Fe figura entre las versiones que arrecian en Casa Rosada, donde se juntó la primera plana del gobierno durante la tarde del viernes 17 de septiembre. Rossi no puede definirse como kirchnerista puro, pero es un dirigente del peronismo que cuenta con consenso en el Frente de Todos.
El embajador de Brasil Daniel Scioli es otro de los nombres que sonó para reforzar el gabinete de Alberto Fernández, que busca nombres fuertes para recomponerse de la crisis política que supuso la fractura expuesta que deja la disputa pública con Cristina Kirchner.
El nombre de un ex ministro cristinista como Julián Domínguez también se inscribe entre las posibles incorporaciones. Domínguez fue tercero en la línea de sucesión presidencial hasta 2015 como presidente de la Cámara de Diputados, lugar que hoy ocupa Sergio Massa.
La aparición de Alberto Iribarne, actual embajador argentino en Uruguay, en Casa Rosada, agregó su nombre como posible incorporación al gabinete. También el diputado Eduardo Valdés, amigo personal del presidente.
La danza de nombres refleja un grupo de dirigentes que si bien se reconocen por ser de extracción peronista, sus figuras no representan un motivo de discordia con el kirchnerismo duro, representado en La Cámpora o en la mirada que llega desde el entorno de la vicepresidenta.