Bacteria dañina
Uruguay en alerta por el “Dragón amarillo”: no tiene cura y mata a los cítricos
Los casos que encontraron fueron en los límites de Uruguay con Argentina y Brasil
El Ministerio de Ganadería y Agricultura uruguayo detectó HLB en unas 40 plantas y promueve medidas de prevención para evitar la propagación a zonas productivas
La maduración que ha logrado la cadena de producción de los cítricos en Uruguay se enfrenta a un desafío: la presencia de HLB (Huanglongbing o Dragón amarillo) en algunas de sus plantaciones.
Hasta ahora, esta enfermedad sin cura que destruye los cítricos se expandía por Argentina, Brasil y Paraguay, pero el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) de Uruguay detectó los primeros casos.
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“Hoy nos vemos enfrentados a un desafío mayor. Tenemos la presencia de una bacteria que fue detectada en el norte del país. Trabajamos articuladamente para evitar su expansión. No causa daño a los consumidores, pero sí afecta a los cultivos”, dijo el titular de ese ministerio, Fernando Mattos, este jueves en un evento comercial.
Mattos informó que fueron detectadas unas 40 plantas afectadas por la bacteria en los relevamientos que hizo el MGAP. Los casos que encontraron fueron en la ciudad de Bella Unión y en Tomás Gomensoro en Artigas (límite de Uruguay con Argentina y Brasil), detalló el ministro en declaraciones al noticiero Telemundo. Para controlar la propagación de la bacteria se requiere la colaboración de los vecinos porque muchas de las plantas están en los patios de los hogares.
El ministerio intenta eliminar estas plantas para evitar que se propaguen a explotaciones comerciales, que afectarían los cultivos del país. Si eso sucede, Uruguay no podría “aprovechar la excelencia” que tienen los productos que cosecha. Las exportaciones del país en este rubro alcanzan los US$ 90 millones.
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Desde enero, el MGAP trabaja para evitar que se propague esta bacteria, que es la amenaza más grande para las cosechas citrícolas en el mundo. Ese mes declaró la emergencia sanitaria en Bella Unión tras detectar los primeros casos de HLB, que se encontraron en tres plantas en dos predios linderos.
La detección de la enfermedad se dio en el marco de los controles y los análisis de riesgo que hace la secretaría de Estado.
LA PREVENCIÓN
En enero, tras conocerse los primeros casos, el MGAP comenzó a visitar las casas particulares donde se detectaron las plantas infectadas. Los técnicos del ministerio procedieron a la liberación de un parasitoide, el enemigo natural del insecto que transmite la bacteria.
El El ministro de Ganadería y Agricultura de Uruguay, Fernando Mattos, recorre plantaciones hortícolas y cítricas en el norte del país.
“Ese insecto va a otra plaga y la va a contagiar. Y así se transmite el HLB”, le explicó una técnica del MGAP a los vecinos con plantas afectadas. “No le hace nada a los humanos, pero a las plantas las termina matando. Y si esto llega a las plantaciones es un daño para el empleo”, dijo Mattos, antes de liberar ese enemigo natural de HLB llamado Tamarixia Radiata.
La semana pasada, en tanto, el MGAP firmó un convenio con la Universidad del Trabajo (UTU) para que alumnos de las carreras agrarias colaboren en la detección de la bacteria y así ampliar la capacidad de control de la enfermedad.
“Hasta ahora la afectación ha sido en plantas de traspatio y no lo hemos encontrado por suerte en áreas productivas, en plantaciones comerciales. Esto es importante porque obedece a una respuesta rápida del ministerio en la vigilancia”, dijo Mattos al presentar el convenio.
El ministro señaló que esta enfermedad ha “diezmado” la producción en otras regiones del mundo como en el estado de Florida, en Estados Unidos, donde la cosecha se redujo a la cuarta parte.
Cuando la planta está infectada se comienza a deteriorar: sus hojas se marchitan, se deforman los frutos hasta que muere. En invierno, la acción del vector se reduce pero con los aumentos de las temperaturas ingresa en su etapa de mayor actividad.
En abril, técnicos del gobierno uruguayo y argentino organizaron una exposición conjunta en la que remarcaron “la importancia de la concientización” de este problema y de la “detección precoz” de la enfermedad.