Uruguay: luto por el crimen de los tres marinos
El ataque tuvo lugar ayer de madrugada, durante la guardia que realizaban las tres víctimas, identificadas como Juan Manuel Escobar, de 31 años, Alex Guillenea, de 25, y Alan Rodríguez, de 22, cuyos cuerpos presentaban heridas de bala en la cabeza.
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, decretó que hoy y mañana sean jornadas de duelo nacional en el país por el asesinato de tres miembros de la infantería de marina en una base en desuso situada a las afueras de la capital, Montevideo.
El ataque tuvo lugar ayer de madrugada, durante la guardia que realizaban las tres víctimas, identificadas como Juan Manuel Escobar, de 31 años, Alex Guillenea, de 25, y Alan Rodríguez, de 22, cuyos cuerpos presentaban heridas de bala en la cabeza.
Los atacantes, cuya identidad aún no se ha esclarecido, se llevaron las armas de las tres víctimas, las únicas que había en las instalaciones, según informa el periódico Subrayado.
“El episodio violento de las últimas horas está abierto a todas las hipótesis”, aseguró Lacalle Pou en una comparecencia en la que prometió transparencia a la ciudadanía, siempre y cuando “esa información no entorpezca la investigación que lleva a cabo la Fiscalía”.
El mandatario dijo que con “serenidad y firmeza”, las autoridades buscarán a los responsables “para así ponerlos en manos de la Justicia”, y advirtió que los uruguayos no están dispuestos “a que se naturalice la violencia en la sociedad”.
El ministro de Defensa, Javier García, que visitó las instalaciones donde se produjo el ataque describió los hechos como “una atrocidad criminal” e insistió en que “toda la persecución del Estado” caerá sobre los responsables.
Ayer, la fiscal de turno, Mirta Morales, concurrió al lugar y dijo en rueda de prensa que no se descarta ninguna hipótesis. “Se encontraron tres muchachos muy jovencitos ultimados con disparos de arma de fuego. Había mucha sangre”, señaló.
Adelantó que hay cámaras en el lugar y precisó que se puede contar con los videos para la investigación. Además, los infantes llevaban “un registro, como una especie de bitácora, que es objeto de investigación. Por ahora estamos haciendo las pruebas de rigor”.