“Verde Regreso”: la historia de Joaquina y su proyecto sustentable en Rufino
La rufinense comenzó este proyecto con el objetivo de ganarse la vida, pero también de tener una conexión directa con la naturaleza. Hoy sus kokedama, que son producidas con amor, son famosas en el extremo sur santafesino. Un verdadero ejemplo de lucha y resiliencia.
Por Ana Inés Dobal
Joaquina es oriunda de Rufino, tiene 23 años y transita con orgullo su transformación y emprendimiento, esperanzada en ganarse la vida con alegría. En conmemoración al Día internacional del orgullo LGBTQ+ y del Árbol, cuenta su ejemplo de resiliencia y conexión natural en crecimiento.
Laboralmente, Joaqui permanecía desempleada y sin oportunidades, por su elección de vida y desconocimiento por parte de la comunidad, pero lejos de victimizarse o quedarse sentada eligió emprender. Hoy trasciende las trabas y siembra conciencia ecológica como parte de lo que la conecta con la superación, el trabajo digno y la vida.
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“Necesitaba un trabajo y no lo conseguí, así que decidí invertir mis últimos pesos en lo que me vibró dentro. Dije que hago y justo murió una plantita y me acordé de las kokedamas y me dije: ‘tengo que emprender con esto’. Es algo que decidí hacer de un momento a otro porque me cansé de esperar una respuesta externa que jamás llegó”, cuenta.
Rufino ¿da la espalda?
“Yo quería trabajar y busqué trabajo, fui a la Municipalidad local y quedaron en hablarme, pero eso nunca ocurrió. Me indigna muchísimo que no se nos considere para cubrir un puesto de trabajo, siento que es un tipo de violencia el no permitirme trabajar”, señala Joaquina justamente un 28 de junio, en el Día de los Derechos LGBTQ+, considerando que “lo único que vi en la ciudad fue una foto de un banco para sentarse de muchos colores, creo que eso no nos ayuda en nada. La empatía y apertura mental todavía no florece acá. Es tristísimo”.
“Una haciendo mil cosas para poder vivir con dignidad, y el entorno hace como que no ve. Yo antes vendía ropa interior, pero me faltaba algo, una conexión más profunda con mi trabajo, por eso decidí emprender, porque tiene mucho más que ver conmigo con lo que me hace bien y lo que deja una huella positiva en el mundo, y agradezco a cada persona que se tomó el tiempo en ir a ver mí emprendimiento, ‘Verde Regreso: kokedamas artesanales’”.
El emprendimiento que “la joaqui” lleva adelante es la creación artesanal de lo que se denomina “kokedama” que es un arte antiguo japonés que consiste en albergar la planta en una maceta orgánica de musgo en forma de bola, de ahí su nombre Koke (musgo) Dama (bola). Así, las diferentes especias pueden vivir evitando macetas de plástico que tienen una vida útil luego de lo cuál se vuelven contaminantes, y la apuesta es a un recurso natural y biodegradable.
Verde Regreso
El nombre que la joven, que no se rinde y comparte una energía positiva donde quiera que va, eligió para su proyecto tiene un sentido profundo: “Verde por las plantas y Regresó por mí, para regresar a estar bien y para mostrar lo que puedo hacer”, manifestó conmovida. Y agregó: “Surgió por la desesperación de querer y poder seguir adelante con mí vida y hacer algo que me ayude a sentirme feliz, porque nadie me dio una oportunidad laboral, y todos sabemos que el trabajo dignifica”.
“Voy hacer mí trabajo y voy a demostrar que por más obstáculos que me pongan sigo adelante. Solo hay que creer en una misma y aferrarse a esas cosas que nos gustan y nos hacen bien. Hago las kokedamas en la casa de mí madre, siento que es algo terapéutico para mí, me desconecto de todos y de todo, sólo yo y la plantita que preparo”, indicó.
“La naturaleza sana”
La afirmación “la naturaleza sana” se hace acto, de la mano del testimonio emocionante que Joaquina Correa comparte. No sólo dándose a sí misma la oportunidad laboral que otros no le brindaron, sino también regando su esencia, su magia y su conexión natural a través de un producto artesanal que la revive y hace feliz.
“Siento una alegría cuando les doy formas y después las presento y les tomo fotos. Una kokedama es única, no hay dos iguales, aunque sean de la misma variedad. No se repiten por su forma, altura costura o colores. Cuando las hago, ahora que es invierno, me instalo adentro y con música. Sobre la mesa pongo las plantitas, la tierra y lo que uso para darles vida, y empiezo a darles forma, las dejo reposar un ratito y después empieza lo lindo: cubrir toda la kokedama con hilo o lana”.
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“Una vez terminadas las veo, una a una, para ver si me gustan o no, las retoco o rearmo si es necesario. Una kokedama es importante para posibilitar distintas formas de tener una plantita, reutilizando y evitando la contaminación plástica que genera la maceta una vez que culmina su vida útil. Me inspira verlas crecer con tanta fuerza y voluntad, que siento que soy yo. Si fuera una planta creo que seria alguna con flores, me gusta mucho mirarlas, ver cómo son y cómo crecen y apreciar esa belleza natural que las hace únicas”, sentenció.
Siempre adelante
Joaquina tiene una personalidad avasallante que le permite ir detrás de sus sueños pero no pierde su calidez y sensibilidad en el camino. Ella misma se encarga de promocionar su trabajo y compartir la felicidad que le regalan las plantas, con todos sus clientes para contagiar los beneficios de tener una: “Una kokedama es ideal para esas personas que le gustan las plantas pero no les gusta mantenerlas o se olvidan de regarlas, ya que no requieren muchos cuidados, son muchas variedades: para el interior, para el patio, ayudan con la humedad ya que absorbe la humedad del ambiente, son ecológicas -no unan plástico ni nada que contamine la planta ni el planeta- además de ser una muy linda fuente de conversación, ya que son hermosas y únicas y a todos les gusta saber que son y cómo están compuestas”, cierra la emergente emprendedora.
Todavía no tiene una tienda pero afirma que pronto la tendrá para poder dar a sus clientes una mejor oportunidad de verlas, “ya que una planta se conecta con una persona cuando la ve. Yo siento eso, la veo y digo: ¡la quiero! como en una conexión que te eleva a otro nivel. Cuando las cuidamos y las vemos crecer sentimos que es una parte más de la familia las atendemos como a cualquier integrante”, concluye sensible y profunda esta joven local empoderada dando muestra y siendo ejemplo de superación y amor.
Pueden seguir su emprendimiento en redes sociales @verde_regreso Instagram y Facebook – personal Joaquina Correa – comprar, aprender y cuidar el planeta sumando belleza sustentable a sus espacios y hogares.