Violento tiroteo en pleno atardecer: al menos ocho disparos contra un bar en Rosario
Fue minutos después del cierre del local, en una nueva balacera contra el sector gastronómico. No hubo heridos de casualidad: vecinos que hacían cola en la rotisería de al lado y comensales que estaban en mesas de una parrilla vieron que los disparos provinieron de un auto y una moto
Vecinos que se encontraban comprando en la rotisería o cenando en la parrilla de la esquina de las avenidas Pellegrini y Avellaneda se vieron sorprendidos este miércoles al anochecer, al escuchar una serie de detonaciones provenientes de varias motos. Esta vez el local donde impactaron las balas fue un bar que minutos antes había cerrado sus puertas.
Se encontraron al menos nueve vainas en el lugar, algunas en el piso y otras en los vidrios del local, en cuyo frente trabajaba la Policía pasadas las 20.
Eran minutos después de las 19 cuando personas sin identificar pasaron en moto a tiros a metros de una popular parrilla donde había gente cenando y de la rotisería donde vecinos realizaban sus pedidos.
Un hombre que observó todo el hecho manifestó al móvil de Telenoche (El Tres) que estaba sentado en la esquina cuando escuchó nueve disparos y vio “un auto blanco y una moto”, y recordó haber visto a una señora que esperaba el colectivo y se escondió atrás de un árbol. No hubo ningún herido.
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La Policía observaba detrás del enrejado con linternas para encontrar las vainas servidas, mientras los comerciantes de la cuadra no quisieron hablar por temor, pero se mostraban preocupados por el ataque al local vecino, y a los pocos minutos arribó el dueño del negocio atacado.
“Hace 23 años que tengo el bar, abre de nueve de la mañana a siete y media de la tarde. Tenemos mesas afuera también”, afirmó el dueño, dejando en claro lo que por cuestión de minutos “no fue un ataque que lamentara heridos”.
De esta manera, cuando ocurrió el ataque ya no había nadie, y él mismo precisó cómo se enteró del hecho: “Me llamó una mujer de la policía para avisarme que había sido baleado”.
“No tengo problemas con nadie, hay tantas amenazas en Rosario que uno no sabe de dónde viene”, precisó con preocupación el propietario.
Finalmente efectivos de la policía motorizada tomaban testimonios al propietario, quien nervioso realizaba llamados a sus familiares.