WikiLeaks, la organización online que desafió el poder de EEUU
Autodefinida como una “organización multinacional de medios con una biblioteca asociada”, WikiLeaks se especializa en la publicación y análisis de grandes conjuntos de datos de materiales oficiales censurados o restringidos, y lleva publicados más de 10 millones de documentos.
WikiLeaks, la organización mediática sin fines de lucro creada en 2006 por Julian Assange, cobró fama mundial en 2010 con la publicación de 92.000 documentos secretos sobre la guerra de Afganistán, la primera de una saga de filtraciones sobre crímenes de guerra, espionaje y corrupción que sacudirían la política exterior estadounidense.
Autodefinida como una “organización multinacional de medios con una biblioteca asociada”, WikiLeaks se especializa en la publicación y análisis de grandes conjuntos de datos de materiales oficiales censurados o restringidos, y lleva publicados más de 10 millones de documentos.
“Es una biblioteca gigante de los documentos más perseguidos del mundo. Le damos asilo a estos documentos, los analizamos, los promocionamos y obtenemos más”, la describió el propio Assange en una entrevista con la revista alemana Der Spiegel.
La plataforma dio su primer golpe de impacto en abril de 2010, con la publicación de “Asesinato Colateral”, un video en el que se ve cómo soldados estadounidenses le disparan desde un helicóptero a un periodista de la agencia Reuters en la ciudad iraquí de Bagdad, un ataque ocurrido en 2007 que había sido negado por Washington.
Ese mismo mes publicó los “Diarios de la Guerra de Afganistán”, un conjunto de 92.000 documentos secretos filtrados del Pentágono, que contenían reportes de víctimas civiles provocadas por soldados norteamericanos y de países aliados, fuego amigo y conexiones entre los talibanes y los servicios de inteligencia.
Para maximizar la difusión de esos documentos hasta entonces inéditos, WikiLeaks se asoció con los diarios The New York Times y The Guardian, y con la revista Der Spiegel.
En octubre de 2010, la plataforma dio otro batacazo al publicar los “Irak War Logs”: casi 400.000 reportes militares secretos -también filtrados del Pentágono- sobre la guerra de Irak, que revelaron entre otras cosas el uso de la tortura como una práctica común entre los militares norteamericanos.
Considerada como la mayor filtración de documentos estadounidenses de la historia, esa colección de registros reveló que el 66% de los más de 109.000 muertos en Irak fueron civiles, y que las fuerzas norteamericanas mataron más de 3.700 soldados de países “amigos”.
Los documentos sobre Irak mostraron además que las autoridades militares de Estados Unidos habían emitido órdenes expresas para cometer crímenes, y que estaban al tanto de las violaciones a las leyes internacionales que cometían sus soldados, de las torturas que implementaban y de la participación de Irán en el conflicto.
Con el correr del tiempo se conoció que muchos de los documentos de esas dos filtraciones habían sido extraídos del Pentágono por Chelsea Manning (antes llamado Bradley Manning), una exsoldado estadounidense y analista de Inteligencia.
En noviembre de 2010, WikiLeaks publicó más de 250.000 comunicaciones secretas entre el Departamento de Estado y sus embajadas en decenas de países, una colección titulada “Cablegate” que también fue potenciada en colaboración con seis grandes medios de comunicación.
Esos cables revelaron la postura de Washington respecto de conflictos diplomáticos entonces en curso y pusieron en evidencia prácticas de las embajadas y el Departamento de Estado estadounidense.
WikiLeaks siguió publicando materiales secretos vinculados a empresas de seguridad privada que trabajan con Gobierno estadounidense y a organismos de inteligencia, como la NSA y la CIA, de los que reveló programas de ciberespionaje masivos.
Sin embargo, la organización fue cada vez más perseguida por los gobiernos, víctima de ciberataques y de cancelación de servicios -como la imposibilidad de recibir donaciones a través de cuentas bancarias- que volvieron más difícil su trabajo.