Atentados en Kabul: qué es ISIS-K
Los talibanes son rivales del grupo yihadista que Estados Unidos ve como un peligro para la seguridad de los miles de civiles desesperados por huir de Kabul.
Los talibanes, que retomaron el poder en Afganistán, son objeto de un odio permanente por parte del yihadista Estado Islámico (ISIS), un grupo que Estados Unidos ve como una amenaza para los miles de afganos desesperados por huir de Kabul. Este jueves dos explosiones causaron al menos 15 muertos y decenas de heridos ante las puertas del aeropuerto de la capital afgana.
Por el momento se desconoce la autoría o las características del doble atentado, aunque las sospechas estadounidenses apuntan a la rama regional del ISIS, el grupo Estado Islámico-Khorasan (Isis-K). El presidente estadounidense, Joe Biden, había anticipado días atrás un “riesgo agudo y creciente” de ataque en la zona.
¿Qué es el Estado Islámico-Khorasan?
Meses después de que ISIS declarara un califato en Irak y Siria en 2014, antiguos talibanes paquistaníes le juraron lealtad y se unieron a otros militantes en Afganistán para formar un capítulo regional. La dirigencia central de ISIS reconoció formalmente al grupo un año después de que se instalara en el nordeste de Afganistán, en las provincias de Kunar, Nangarhar y Nuristán. El grupo también estableció células en otras partes de Pakistán y Afganistán, incluyendo Kabul, según monitores de la ONU.
En su momento álgido, en 2016, se estima que llegó a tener entre 2.500 y 8.500 combatientes, pero las continuas operaciones antiterroristas por parte del Ejército afgano con apoyo aéreo y de las fuerzas especiales estadounidenses mermó esta cifra a finales de 2019 hasta entre 2.000 y 4.000. Las últimas estimaciones de su fuerza varían de miles de combatientes activos hasta 500, según un informe del Consejo de Seguridad de la ONU divulgado en julio.
“Khorasan” es un nombre histórico de la región que incluye partes de lo que actualmente es Pakistán, Irán, Afganistán y Asia Central, lo que le da a la facción el nombre de ISIS-K.Creen, en resumidas cuentas, que los talibanes no son lo suficientemente devotos del islam y por ese motivo los atacan.
¿Qué tipo de ataques realizan?
El ISIS-K reivindicó algunos de los ataques más salvajes de los últimos años en Afganistán y Pakistán. Masacró civiles en ambos países en mezquitas, santuarios, plazas y hospitales.
El grupo sunita extremista ha atacado sobre todo a musulmanes que considera herejes, en particular a los chiitas. En agosto de 2019 reivindicó un atentado contra los chiitas en una boda en Kabul, en la que murieron 91 personas.
Además se sospecha que perpetró en mayo de 2020 en Kabul un atentado que estremeció al mundo. Hombres armados abrieron fuego en la maternidad de un barrio mayoritariamente chiita, donde mataron a 25 personas, entre ellas 16 madres y recién nacidos.
En las provincias en las que se implantó, el Isis-K dejó profundas huellas. Sus hombres mataron a tiros, decapitaron, torturaron y aterrorizaron a los aldeanos y dejaron minas por todas partes.
¿Cuál es la relación del Isis-K con los talibanes?
Aunque ambos grupos son militantes islámicos sunitas de línea dura, también son rivales y difieren en detalles sobre religión y estrategia, y cada uno dice ser el verdadero estandarte de la yihad. En una muestra de su enemistad, los comunicados del Isis se refieren a los talibanes como apóstatas.
El ISIS-K se enfrentó a la represión de los talibanes contra sus disidentes y no pudo extender su territorio, tal y como consiguió hacerlo en Irak y Siria. En 2019 el ejército gubernamental afgano, después de operaciones conjuntas con Estados Unidos, anunció que lo derrotó en la provincia de Nangarhar.
Según evaluaciones de Estados Unidos y de la ONU, el ISIS-K operó desde entonces en gran medida mediante células dormidas en las ciudades para perpetrar ataques mediáticos.
¿Cómo recibió el ISIS la victoria talibán?
El Estado Islámico fue muy crítico con el acuerdo del año pasado entre Washington y los talibanes que condujo a un pacto para la retirada de las tropas extranjeras, acusándolos de abandonar la causa yihadista. Luego de la rápida toma de Afganistán por los talibanes, varios grupos yihadistas en el mundo los felicitaron, pero no el Isis.
Un comentario del Estado Islámico publicado tras la caída de Kabul acusó a los talibanes de traicionar a los yihadistas con el acuerdo con Washington y prometió continuar su lucha, según el SITE Intelligence Group, que monitorea las comunicaciones de grupos militantes.
Pero el movimiento insurgente podría aprovechar la situación. “Mr. Q”, un experto occidental que publica sus investigaciones en Twitter bajo un seudónimo, aseguró que el ISIS-K perpetró 216 ataques entre el primero de enero y el 11 de agosto, frente a 34 en el mismo período de 2020.
¿Cuál es la amenaza en el aeropuerto de Kabul?
Autoridades de Estados Unidos y otros países occidentales venían alertando que el aeropuerto de Kabul, con miles de soldados norteamericanos rodeados por multitudes enormes de afganos desesperados, estaba amenazado por la fuerza insurgente.
En los últimos días, aviones de transporte militar salieron de la capital afgana lanzando señuelos, incluidos los diseñados para desviar misiles. La zona también se expone eventualmente a fuego de mortero y a ataques suicidas, según los expertos.
Varios analistas, entre ellos ExTrac, un grupo privado especializado en tratar datos de grupos yihadistas, apunta que el Isis-K detuvo brutalmente su actividad hace 12 días. Las filiales del Estado Islámico suelen desaparecer del mapa cuando activan el “modo supervivencia” o cuando preparan un ataque de envergadura, explicó ExTrac.