Colón le ganó 3 a 1 a Sarmiento de Junín
La pasó mal durante varios pasajes pero lo sostuvo la mayor y mejor aparición de este tiempo: Ignacio Chicco bajo los caños. Arriba, “Wanchope” otra vez la mandó a guardar.
Cuando el partido se puso 1 a 1 con el misil de “Licha”, a Colón lo llevaron “como Chicco pa’ la escuela”, justo contra Sarmiento. Y fue allí donde el golero del semillero, el más “Chicco” se hizo grande como nunca: sacó todo, una muralla, figura indiscutida ciento por ciento. Y cuando el partido se moría, con Colón ganando 2-1 (bochazo de Sánchez Miño para gol de Bernardi), otra vez apareció el goleador incorrecto. El que lo erra abajo del arco (era off-side), el que desafía a su amigo Carlos Tevez vestido de blanco (“que no se ponga esa remera”, le dijo el “Apache”, ironizando con su peso) y que sigue haciendo goles “propios”. A los diez (sí 10) goles que hizo Ramón Darío Ábila en Colón se los fabricó un solo jugador: Ramón Darío Ábila. ¿Qué sería de este tremendo “9” si Colón jugara a algo…si tuviera un socio…si hubiera mecanismos de juego?.
Por allí pasa el análisis de este momento gris en el campeonato, ya lejos de las copas: a Colón le falta de todo, pero le sobra arquero y “9”.
Vamos al principio. Si los primeros minutos del otro día contra Aldosivi fueron fatales por el torbellino Colón, los de este sábado contra Sarmiento de Junín arrancaron mostrando la misma película pero con los actores cambiados. El que fue una máquina de generar y regalar chances claras de gol fue el dueño de casa que acumuló cuatro opciones en ocho minutos. Como si Colón se hubiera quedado en Santa Fe. Menos mal que entre “Nacho” Chicco, el caño y la mala puntería del “Boconcito” Torres no hubo que lamentar nada.
En la primera llegada de Colón, respirando de la asfixia verde, le dieron penal y lo anuló el VAR (la mano estaba afuera). En la segunda jugada de ataque, luego de un tiro libre de PR10, Colón pidió penal y se lo dio el VAR porque este muy mal árbitro que es Leandro Rey Hilfer no había visto nada y lo sancionó como tres minutos después. Fue “Pulga”, escondió el saltito y le rompió el arco al local en el Eva Perón de Junín. Justo con la transmisión de tele decía que Colón pateaba poco al arco, efectividad ciento por ciento.
Más allá que Colón se cargó de amarillas en el ala izquierda (primero Novillo, después Ojeda), casi nada cambió: siguió empujando Sarmiento y aguantando Colón. Y como si fuera una etiqueta del hasta ahora mini-ciclo del “Huevo” Rondina con tres capítulos, su jugador-estandarte volvía a repetirse: Ignacio Chicco bajo los tres caños, sin dudas la gran aparición sabalera con mucha luz en este nublado semestre final de 2022.
Justo al “Boconcito” Torres, fanático sabalero como su padre, le pasaron todas en ese primer tiempo: goles errados, penal en barrera y tarjeta amarilla. “Movimiento anti-natural de la mano”, explicaron de un delantero al que Colón volvió a buscar por segundo mercado consecutivo. ¿La tercera será la vencida?.
Asustado por un arbitraje malísimo, el “Huevo” cambió los dos amonestado: Acevedo y Nardelli a la cancha. Lo del zaguero, como siempre: un peligro. Lo del chico, para aplaudir: en cualquier momento lo ponen como delantero.
Esa previsible desmejoría en la zaga con el grandote (¿dónde estaba en el gol de “Licha”?) le dejó servido el empate a Sarmiento.
Allí apareció en toda su dimensión Ignacio “Nacho” Chicco, gato con guantes que atajó todo…hasta los ratones. Sólo su arquero lo aguantó a Colón en el 1 a 1. Lo fue desarmando a Sarmiento, que chocaba contra una muralla.
Y cuando el empate era negocio por ese calvario defensivo, Sánchez Miño se vistió de “Pulga” y Bernardi de “Wanchope”: gol para explicar simple la palabra contragolpe.
Lo que vino después fue el desquite de un jugador increíblemente insultado por sus ex seguidores, recordando que “Wanchope” jugó en Sarmiento de Junín. Corrida, control y gol. Un gol de Ábila con el sello de Ábila: se los construye solo a los gritos. Estaba para hacer el “Topo Gigio” en el festejo, pero se acordó de Riquelme. El 3-1 silenció a todos.
Sufrió Colón, jugó mal varios pasajes pero ganó después de cinco meses afuera de Santa Fe. Le falta de todo al Colón de Rondina, pero le sobra arquero (Chicco) y “9” (Ábila).