Cómo aprovechar la comida que sobra de las Fiestas sin intoxicarse
La contaminación cruzada y la mala conservación de los platos puede arruinar nuestra salud. Cómo preparar y conservar los alimentos, especialmente en verano.
Los atracones suelen traernos molestias físicas posteriores, pero la elaboración de las comidas y las sobras que quedan de la comilona para los días siguientes, nos pueden complicar mucho más. Es importante vigilar bien la preparación de los platos, así como el envasado posterior para no sufrir una intoxicación alimentaria.
La intoxicación alimentaria se puede desatar tanto por una preparación inadecuada de los alimentos, como por una mala conservación de los platos mientras están servidos en la mesa o por guardarlos de forma inapropiada. Si no tomamos los recaudos pertinentes, podemos sufrir vómitos, diarrea, fiebre, deshidratación, sudores, escalofríos y dolor de estómago.
Para preparar la comida, hay que chequear la calidad de los ingredientes que se van a usar. Tanto si son frescos como envasados, debemos fijarnos en qué condiciones se encuentran: aroma, textura y fecha de elaboración. “La mayoría de los casos de intoxicación alimentaria se da a raíz de bacterias, parásitos o virus que se encuentran en el alimento en mal estado”, advierte Teresa Cóccaro, Licenciada en Nutrición (M.N. 5705).
Los ocho pasos para preparar alimentos seguros
Lavar con agua potable los alimentos con cáscara (frutas, verduras o huevos) para sacarles tierra, suciedad, bacterias o pesticidas.
No dejar alimentos refrigerados más de una hora fuera de la heladera porque pierden la cadena de frío.
No enjuagar la carne cruda de ave antes de cocinarla porque puede salpicar gérmenes alrededor de la pileta, lo que contaminaría los utensilios de cocina que se van a utilizar.
Mantener bien refrigeradas las carnes crudas (blancas y rojas). Es aconsejable descongelarlas de a poco en la heladera, microondas (si se las va a cocinar inmediatamente), o como parte de la cocción, porque acelerar el proceso o dejarlo a temperatura ambiente puede generar que proliferen bacterias.
Evitar la reutilización de pan rallado, harina o adobos que tuvieron contacto con productos crudos.
Separar los utensilios que se usan para las carnes crudas, como tablas de cortar, platos o cuchillos.
No consumir la mezcla cruda de budines o pan dulce, porque contiene huevos sin cocinar y podría derivar en una infección por salmonella u otras enfermedades bacterianas.
Los cuidados no terminan ahí. A la hora de servir los platos, también es importante tener en cuenta algunas directrices, sobre todo para mantener la temperatura adecuada de los alimentos ya preparados:
Servir cada plato con utensilios o cubiertos separados
Guardar los platos a la temperatura a la que se deben servir. Esto incluye dejar en el horno o bien tapadas aquellas preparaciones que se sirven calientes porque recalentar muchas veces puede echar a perder una comida en su totalidad.
Mantener en la heladera las preparaciones refrigeradas. Lo ideal es poner en cada plato lo que se vaya a consumir y luego guardarlo. Los alimentos de origen lácteo son los más importantes porque la cadena de frío suele cortarse a las dos horas de no mantener su temperatura ideal.
Si se trasladan alimentos de un domicilio a otro, asegurarse de que estén tapados y no permanezcan más de 2 horas a temperatura ambiente.
Evitar colocar juntos los alimentos calientes con los que requieran refrigeración.
Los sandwiches son una opción fácil y habitual, pero los aderezos hay que colocarlos en el momento de su consumo
Prestar especial atención a algunos alimentos específicos. En el caso de las tortillas, hay que asegurarse de que el huevo esté bien cocido. Hay más riesgo de contaminación con la carne o el pescado crudos como el sushi, la hamburguesa poco cocida, el marisco y las salsas.
Suele suceder que nos emocionamos a la hora de cocinar y, luego, sobra mucha comida. Para que la intoxicación alimentaria no suceda en los días sucesivos a la reunión familiar, es bueno también tomar nota de algunos consejos:
- Al guardar la comida que sobra, evitar el contacto entre alimentos crudos y cocidos.
- Mantener las comidas bien protegidas en envases o recipientes plásticos o de vidrio, si son herméticos mejor. Si no tienen tapa, se deben dejar bien recubiertos y sellados con papel aluminio.
- Las sobras no deben guardarse en la heladera durante más de tres días ni tampoco recalentarse más de una vez. Esto es fundamental sobre todo alimentos como salsas, cremas y rellenos.
- Al recalentar los alimentos, estos deben alcanzar como mínimo 75ºC.
- Distribuir los alimentos en la heladera, colocando los crudos en la parte inferior, y los listos para consumo en la parte superior.
- Hay que tener en cuenta que se deben reforzar los cuidados en el caso de personas de mayor riesgo como embarazadas, chicos, ancianos y enfermos. En el caso de experimentar alguno de los síntomas de intoxicación, es vital ir lo antes posible a una guardia médica.