Detuvieron a un ex jefe de la agencia antidrogas de la ciudad de Santa Fe por encubrir a narcos
Hasta el jueves Díaz se desempeñó en la delegación que la policía rural “Los Pumas” tiene en la localidad de Frontera y quedó acusado por encubrimiento, incumplimiento de los deberes de funcionario público, abuso y atentado a la autoridad.
Se trata del subcomisario Cristian “Paco” Díaz, quien fue jefe antidrogas en la ciudad de Santa Fe y se desempeñaba en la guardia rural “Los Pumas”
Cristian “Paco” Díaz, ex jefe de la Brigada Departamental Antinarcóticos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) en la capital provincial, fue detenido por orden del fiscal federal Walter Rodríguez acusado de haber sido el ideólogo de un anónimo que llegó a la mencionada agencia estatal y que tenía como objetivo desviar una pesquisa para favorecer a un grupo narco y afectar la credibilidad de un fiscal, un funcionario y un comisario.
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Con la detención de Díaz el fiscal Rodríguez redondeó otra causa que él mismo investigó y que terminó con el arresto de un subalterno de Díaz, el policía Carlos Rodrigo, quien se encuentra en una prisión de Entre Ríos después de que en 2021 fuera procesado por el juez federal Marcelo Bailaque por encubrimiento, favorecimiento personal agravado por ser funcionario público, atentado contra la autoridad, incumplimiento de los deberes de funcionario público y tenencia de drogas.
Esa historia tuvo un hecho previo que la disparó. Fue el 10 de junio de 2021 cuando en un correo electrónico recibido en la Fiscalía Federal 2 de Santa Fe se denunció anónimamente hechos de gravedad institucional que involucraban a un integrante del Ministerio Público Fiscal de la Nación a quien señalaban como líder de una organización delictiva.
Ante la hipótesis de que la denuncia fuera un ardid para desviar otras investigaciones, el fiscal Rodríguez convocó a peritos del Departamento Técnico de Narcotráfico de la Policía Federal para realizar distintas diligencias que culminaron con cuatro procedimientos: en la dependencia donde trabajaba Rodrigo, en su casa y en otros dos domicilios. En esos allanamientos se secuestraron un pan y un trozo compacto de cocaína que pesaron 667 gramos.
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En el avance de la investigación, el fiscal Rodríguez detectó que Díaz (por entonces jefe de Rodrigo) “abusó de su condición de titular de la Brigada Departamental Antidrogas de la AIC para impartir órdenes inconstitucionales a sus subalternos”, entre ellas fue el autor intelectual del anónimo que envió por mail Rodrigo desde una cuenta que armó desde su computadora personal de la Brigada, en el cual refería que había una banda narco operando en Santa Fe y que sus jefes eran el fiscal federal Gustavo Onel, el funcionario del Organismo de Investigaciones (OI) Rolando Galfrascoli, y el ex comisario de Drogas Martín Oliva.
De acuerdo a la pesquisa, a esas tres personas se las acusaba en el mail de darle protección y encubrir a las narcos santafesinas Lorena Melgarejo, entonces prófuga, y Vanesa “La curandera” Saravia, a quién justamente Onel, Galfrascoli y Oliva detuvieron con casi 150 kilos de cocaína en noviembre de 2019.
De esa manera, dice el fiscal federal, “Rodrigo colaboró con Lorena Melgarejo para eludir las investigaciones de la autoridad competente y hacer afirmaciones de gravedad institucional desde el anonimato de un correo electrónico eludiendo su responsabilidad como funcionario público”. Al ser indagado, Rodrigo señaló que hizo el escrito por pedido de su jefe, el ahora detenido subcomisario Díaz, y que al único que conocía de todos los que mencionó en ese mail es a un agente de apellido Bressan”.
En ese entonces Díaz tenía cierto poder que le había conferido el comisario Marcelo Cruz, quien era el jefe Antinarcóticos de la AIC en la región y que reportaba al entonces hombre fuerte del Ministerio de Seguridad en la materia: el Director de Investigación Criminal Rodolfo “Coqui” Gallardo, dice el portal santafesino. El enlace entre ellos era el subcomisario Martín Mansilla, quien aparece mencionado en varias causas penales.
Para que no queden huellas digitales, Díaz llevó a la casa de Rodrigo (ambos vivían en la localidad de Laguna Paiva) un papel escrito con el contenido de la denuncia que su subalterno debía enviar por mail. Todo ello fue corroborado con el frecuente impacto en las antenas de telefonía entre los móviles de ambos policías más el aporte del escrito original entregado por Díaz y por la relación que ambos tenían en un contexto en el que era evidente la intención de desprestigiar y ensuciar a quienes investigaban.
Otras mañas
El Fiscal Rodríguez también pidió que se indague a Paco Díaz por concusión y encubrimiento ya que los agentes de la Policía Federal que lo detuvieron le encontraron anotaciones que dan cuenta que el subcomisario “contaba con alrededor de 50 personas físicas y/o jurídicas de las cuales recibía colaboraciones que casi siempre tenían que ver con cargas de combustibles o donación de carne por parte de personas ligadas a ciertos ilícitos”.
La hipótesis del fiscal es que Díaz “hacia la vista gorda” frente a ciertos delitos y los facturaba por impunidad en su rol de jefe de la Guardia Rural Los Pumas en la localidad de Frontera. Tan entusiasmado estaba Díaz con sus días al frente de esa repartición que le envió un mensaje de texto a Rodrigo diciéndole: “Venite a Los Pumas, acá a Frontera, que está la papa. No sabes lo que es…millos. Los 2, campos, cereal, ganado, una mina virgen”.