EE.UU. reabrirá el consulado que Trump cerró en Jerusalén
Estados Unidos quiere rehacer su relación con la Autoridad Palestina, para ayudar a reconstruir Gaza sin reforzar a Hamas
Estados Unidos quiere rehacer su relación con la Autoridad Palestina, para ayudar a reconstruir Gaza sin reforzar a Hamas. Ese fue ayer el mensaje urgente del secretario de Estado, Antony Blinken, en Jerusalén y en Ramala, a los cuatro días de alto el fuego.
Como prueba de ello, Blinken anunció la reapertura del consulado de EE.UU. en Jerusalén, llenando de contenido una visita que se temía protocolaria. Esta legación, clausurada hace dos años por Donald Trump, había actuado desde los noventa como enlace oficioso entre Washington y los palestinos.
Blinken se opone “a cualquier paso que socave la solución de dos estados, la única posible”
En cualquier caso, la embajada de EE.UU. no volverá a Tel Aviv, prueba de que el presidente Joe Biden no piensa desandar todo lo andado por Trump del brazo del primer ministro israelí, Beniamin Netanyahu.
Sin embargo, Blinken ha dado por buenas las críticas de que el ninguneo de Ramala –los palestinos ni siquiera fueron consultados en el presunto plan de paz de Trump– no ha hecho más que fortalecer a Hamas, que no reconoce al Estado de Israel.
Asimismo, el cierre de una legación que distaba apenas trescientos metros de Jerusalén oriental habría limitado la capacidad de EE.UU. de predecir lo que se avecinaba.
El movimiento paralelo, que aún está por ver, sería la reapertura en Washington de la oficina de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que servía de legación oficiosa, pero que Trump también hizo cerrar hace dos años.
Mientras tanto, Antony Blinken intenta tomar el pulso de la zona, a una distancia prudencial de los escombros de Gaza. Ayer por la mañana, reiteró ante Netanyahu –primer ministro israelí interino– “el compromiso de Estados Unidos con la seguridad de Israel” y “su derecho a defenderse de ataques indiscriminados”.
Su preocupación ahora es consolidar el alto el fuego, por lo que se reunió por la tarde con Mahmud Abas –que poco puede hacer al respecto, puesto que es Hamas quien controla Gaza– antes de reunirse entre hoy y mañana con el presidente egipcio, Abdul Fatah Al Sisi, y Abdalah II de Jordania.
Antes, prometió a Abas que buscará el desbloqueo de 75 millones de dólares de ayuda del Congreso, junto a 32 millones para la misión de la ONU para los refugiados en Gaza, a la que Trump cortó el grifo.
Blinken no aludió a conversaciones de paz, en un momento de interinidad política en Israel y Palestina. Pero quiso transmitir un mensaje de “igualdad”, “dignidad” y “esperanza para todos los palestinos, incluidos los de Gaza”.
“Estados Unidos”, dijo, “se opone a cualquier acción unilateral que socave la solución de dos estados, la única posible, ya sea con colonias, demoliciones de casas o anexiones”.