El cura que “exorcizaba” policías en el sur santafesino sigue en problemas
El Arzobispado de Mendoza notificó a la comunidad que los presbíteros Gustavo Daniel Caro y Andrés Quiroga, “no tienen ningún tipo de autorización para ejercer su ministerio pastoral” en esa jurisdicción eclesiástica.
Quiroga es el sacerdote que protagonizó varios escándalos en la parroquia de Amenábar, en el sur de Santa Fe. En uno de ellos echó a la policía con la cruz en la mano cuando fueron a interrumpir una misa en plena pandemia. Ahora estaba alojado en la Arquidiócesis cuyana por “razones de salud”.
El Arzobispado de Mendoza advirtió sobre “graves irregularidades” de dos sacerdotes, uno del clero diocesano de Santa Rosa (La Pampa) y otro del de Venado Tuerto (Santa Fe), presentes en la provincia, y que “no tienen ningún tipo de autorización para ejercer su ministerio pastoral en esta jurisdicción eclesiástica”.
Ante distintas consultas efectuadas en estos días, y para prevenir todo tipo de “oportunismos, malos entendidos o que algunos fieles se puedan ver sorprendidos en su buena fe”, el citado Arzobispado cuyano emitió el siguiente comunicado:
“El P. Gustavo Daniel Caro, del Clero de La Pampa, presente en nuestra arquidiócesis sin ningún tipo de autorización para ejercer su ministerio pastoral, no tiene licencias ministeriales en su diócesis de origen ni tampoco aquí en Mendoza, por lo que no puede presidir la Santa Misa en ninguna capilla ni en su casa, ni recibir confesiones, ni administrar los restantes sacramentos o asistir a matrimonios”.
Un cura echó a la policía de su parroquia: “Fuera de la casa de Dios”
“El P. Andrés Quiroga, del Clero de Venado Tuerto, presente en nuestra arquidiócesis por razones de salud, no tiene licencias ministeriales para presidir la Santa Misa en ninguna capilla ni en su casa, ni recibir confesiones, ni administrar los restantes sacramentos o asistir matrimonios en esta Arquidiócesis”.
“Los fieles, ahora anoticiados de estas graves irregularidades, son responsables ante Dios y la comunidad eclesial de no contribuir con su presencia a favorecer actitudes y comportamientos gravemente contrarios a la comunión, además de poder encontrarse ellos mismos como receptores de algunos sacramentos inválidos, como la confesión y el matrimonio; y sin perjuicio de la ilicitud de todos los restantes”, concluye el texto fechado el viernes 9 de abril de 2022, con el sello del Arzobispado de Mendoza.
Con la cruz en la mano
En mayo del año pasado, el cura párroco Andrés Quiroga, a cargo de la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes (ver imagen principal), adquirió notoriedad por un extraño suceso ocurrido en la localidad de Amenábar, cuando fue interrumpido por las fuerzas policiales por violar el DNU que prohibía, en la época más delicada de la pandemia, los encuentros religiosos. Lejos de acatar la orden, el sacerdote optó por defenderse con la cruz en la mano, al tiempo que vociferaba ante los uniformados: “En nombre de Cristo, fuera de la casa de Dios”. El video se viralizó en cuestión de horas en toda la provincia y gran parte de la región central del país.
Cabe recordar que el Decreto 334/2021, vigente en ese entonces, establecía taxativamente la “suspensión de la presencialidad en las actividades económicas, industriales, comerciales, de servicios, culturales, deportivas, religiosas, educativas, turísticas, recreativas y sociales para los lugares definidos como en situación de Alto Riesgo Epidemiológico y Sanitario o en situación Alarma Epidemiológica y Sanitaria”, como lo eran General López (donde se asienta la localidad de Amenábar) y la provincia de Santa Fe en su conjunto.
Polémica en la Catequesis
Las polémicas actitudes del sacerdote Quiroga ya habían llamado la atención en la región cuando en una clase de catequesis en un colegio de Amenábar, 11 años atrás, cuestionó la vida sexual de una alumna adolescente y le endilgó al padre de otro estudiante tener un amante.
El incidente había ocurrido en el Instituto San José y, según la denuncia, Quiroga le había preguntado durante la clase de catequesis a una alumna de 17 años -que cursaba el cuarto año- si se masturbaba o si tenía relaciones con su novio.
Esa situación fue criticada por otro alumno y el sacerdote le pidió que pasara al frente de la clase; ante la negativa del joven, Quiroga le dijo que su papá tenía una amante, de acuerdo a la información consignada por el Diario El Litoral.
Los padres de los alumnos se quejaron ante las autoridades educativas, que luego desplazaron al sacerdote de las clases en el instituto. Según testimonios de la localidad, el párroco Andrés Quiroga se caracterizaba por lanzar acusaciones verbales subidas de tono contra feligreses e incluso durante una homilía llamó a no votar por el ex presidente comunal Hernán Giannini.