Las Fuerzas Armadas británicas mantendrán una presencia permanente en las Islas Malvinas
El gobierno británico confirmó que se mantendrá la presencia militar en las Malvinas para protegerla de amenazas externas, según constó en una revisión estratégica de seguridad, defensa y política exterior, publicada desde el Brexit.
Al respecto, una fuente del gobierno dijo: “El Reino Unido está lejos de abandonar sus compromisos transatlánticos. Se están reforzando y se mantienen en alta consideración”.
El premier conservador ofrecerá detalles de la llamada Revisión Integrada de su política exterior y de seguridad nacional, que además situará, según los medios británicos, a Rusia como mayor amenaza exterior para su defensa.
El Reino Unido elevará el techo máximo de su arsenal de ojivas nucleares de 180 a 260, lo que supone un aumento de casi 45%, según detalla esta revisión de políticas. “Dado que las circunstancias y las amenazas cambian con el tiempo, necesitamos mantener un nivel mínimo y creíble de disuasión”, justificó el ministro de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, en declaraciones a la radio BBC.
La noticia de un aumento del arsenal nuclear indignó a la ICAN (Campaña Internacional para la Abolición de Armas Nucleares), para quien “viola los compromisos que [Londres] ha adoptado en el marco del tratado de no proliferación nuclear”.
Según un comunicado de Downing Street, Johnson dirá a los diputados en la presentación del informe que su país “desempeñará un papel más activo en mantener un orden internacional en el que las sociedades y las economías abiertas continúen prosperando y los beneficios de la prosperidad se compartan a través del libre comercio y el crecimiento global”.
La revisión, que impulsó con especial fuerza el ex asesor de Johnson Dominc Cummings, constata que hay “nuevas potencias” que tratan de socavar el orden internacional de sociedades abiertas y liberales que emergió de la Guerra Fría.
Ante ese panorama, el Reino Unido, con su recobrada “independencia” tras dejar la UE, “ya no puede confiar en que un sistema internacional obsoleto” proteja sus intereses y promueva sus valores, subraya el documento.
Por ello, aboga por usar “todas las armas a disposición” para aumentar su presencia internacional y dar forma a un orden internacional que favorezca el progreso de las democracias.