Las manías del Rey Carlos III: su inodoro, el pijama y todas sus extravagancias
En el documental ‘Serving the Royals: Inside the Firm’ de Amazon Prime, el que fuera mayordomo de la reina Isabel II y de la princesa Diana, Paul Burrel, detalló varias de estas exigencias y manías que el soberano había ido acumulando a lo largo de todos estos años de vida monárquica y que debían atender sus empleados.
Entre ellas está que su pijama y los cordones de sus zapatos deben plancharse todos los días y que deben rellenar con un pulgada exacta (2,54 cm) de pasta de dientes su cepillo. Otra exigencia es que la temperatura del agua de su bañera siempre debe estar tibia y el tapón de la bañera en una determinada posición.
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Por otra parte, Carlos III siempre tiene, como mínimo, a dos acompañantes de cámara que le ayudan a cambiarse de ropa hasta cinco veces al día.
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Pero no son solo manías hogareñas las que muestra Carlos III, también en sus múltiples viajes quiere tener bajo control una serie de peticiones que sus empleados deben cumplir a raja tabla. Nada se deja a la improvisación.
Su cama e inodoro le acompañan en sus viajes
Cuando está de viaje debe acompañarle una caja de desayuno con seis tipos diferentes de mieles, muesli y fruta seca, tal y como ha explicado Graham Newbould, antiguo chef de la familia real.
Asimismo, el personal debe preparar allá donde se aloje todo el mobiliario, entre ellos su propia cama y hasta el inodoro con su papel higiénico de terciopelo, y una decoración, como cuadros y fotos, que el monarca haya reclamado, tal y como se explica en el libro de Tina Brown ‘The Palace Papers’.
Una de las costumbres, convertida en exigencias a su personal, es que el monarca ofrece galletas al resto de comensales, pero estas deben estar a una temperatura concreta y, por ello, el séquito lleva consigo los enseres necesarios para calentarlas.
Y su pasión y obsesión por la botánica y la jardinería le llevó al extremo de que algunas jornadas era capaz de cambiar la orden del día de los actos protocolarios como miembro de la familia real británica según la evolución de la flora de los jardines de Highgrove, en los que se ha implicado a lo largo de todos estos años en su cuidado, llegando a usar personal militar para retirar los insectos y babosas de las hojas de las plantas por las noches
Una dieta de miel, cereales y comida orgánica
El flamante rey Carlos III está pronto a cumplir los 74 años el próximo 14 de noviembre. Pese a su avanzada edad, durante los últimos años se mostró con más vitalidad que nunca para portar la corona británica y hacerse con la regencia de una nación que es influencia económica y cultural a nivel mundial. ¿Se podrá deber esto a la balanceada dieta y a los estrictos hábitos saludables que cumple?
De un fuerte defensor de la agricultura orgánica -en 1986, el entonces príncipe de Gales anunció la reconversión de su granja de Highgrove en un lugar para el cultivo orgánico- no se puede esperar menos que prácticas alimenticias basadas en ingredientes naturales. Los quesos y los vegetales orgánicos son alimentos que, según fuentes cercanas a la familia, no pueden faltar en su dieta.