Prendas del futuro: la mochila que es un aire acondicionado portátil
Una empresa hawaiana ha desarrollado una mochila que cuenta con un sistema de refrigeración similar al de los trajes espaciales de los astronautas y que en lugar de darte calor te lo quita
La compañía 19º N, con sede en Hawai, en los EE.UU., ha creado un nuevo sistema para mochilas que, según ellos, hace que el que la lleva esté 11 ºC más fresco que la temperatura exterior. Pensada para actividades al aire libre donde se superen los 30 ºC, esta mochila utiliza un sistema de refrigeración similar al LCVG (Liquid Cooling and Ventilation Garment) que utilizan los astronautas de la NASA en sus trajes espaciales.
Según afirma 19º N en su web, su mochila HONU —que es como se le llama en Honolulu a la tortuga verde marina— es un sistema de refrigeración personal que baja tu temperatura corporal para que hacer deporte a la solana no se convierta en una tortura infernal.
El sistema de refrigeración de esta mochila funciona de una manera muy parecida al que llevan los astronautas en sus trajes espaciales o los pilotos de Fórmula 1 en sus monos. Cuenta con un depósito de tres litros lleno de agua y una pequeña bomba que funciona con una batería de litio y que hace circular el agua a través de pequeñísimos tubos de 18 metros en total.
Estos tubos se distribuyen debajo de una maya ligera y duradera de nylon de tafetán que va pegada a la espalda, el pecho y los hombros del usuario. El agua que se mueve en su interior pasa durante su trayecto por un pack de gel congelado que por contacto la enfría.
Esta tecnología, que la compañía ha bautizado como ThermoCore®, en lugar de plástico utiliza para sus tubos un material polimérico termoconductor que permite la transferencia de calor. Los tubos se han diseñado también optimizando el espacio y su colocación para maximizar la extracción de calor. Esto provoca que la persona que lleva esta mochila experimente un efecto refrescante de manera continuada.
La batería tiene capacidad de hasta 12 horas de funcionamiento y el pack de gel congelado, dependiendo del calor exterior y el del propio cuerpo del que la lleve, unas 4 horas. Aunque el diseño está pensado para poder cambiar fácilmente los packs de gel en solo 10 segundos.
Además, también tiene las funciones típicas de una mochila de deporte normal. Tiene 5 litros de capacidad en su compartimento principal, un arnés para el casco de la bici, 6 bolsillos exteriores y un depósito extra de litro y medio con un tubo para beber. Según 19º N, el peso total de la mochila, sin incluir el agua y el gel del sistema de refrigeración, es de 0,9 kg y tiene un sistema de 5 puntos de agarre que impiden que la mochila se mueva cuando se está en plena actividad física.
El precio de la mochila no es barato. HONU está en ahora en medio de una campaña de ‘crowdfunding’ y se puede reservar por 299 dólares aunque se estima que su precio final, si es que llega a la fase de producción, sea de unos 500.
Prendas para el futuro que viene
Una de las razones por las que 19º N se ha decidido a hacer esta mochila refrigerante es, según ellos, el aumento de las temperaturas al que nos vamos a enfrentar debido al calentamiento del planeta. Los científicos como Yuping Guan, oceanógrafo físico del Laboratorio Estatal de Oceanografía Tropical, ya han alertado de que ahora los “veranos son cada vez más largos y calurosos, mientras que los inviernos son más cortos y cálidos”.
Pero, al igual que nos vamos a tener que acostumbrar al aumento de temperaturas nos tendremos que habituar a un futuro en el que la tecnología esté integrada en nuestra vida cotidiana de una manera totalmente natural.
Ya se están desarrollando prendas textiles que utilizan materiales como el grafeno para regular la temperatura del cuerpo y generar energía capaz de cargar nuestros dispositivos más pequeños. O otras que usan una mezcla de bambú, eucalipto, haya y fibras de cobre para crear ropa interior antibacteriana que no necesita pasar tanto por la lavadora y ahorra agua.
También existen prendas con tejidos inteligentes capaces de seguir nuestros movimientos, permitiendo así un análisis posterior de nuestros gestos y ayudarnos a mejorar el rendimiento deportivo. Esto también puede servir para enseñar a los principiantes a ejecutar los movimientos técnicos que requiere cada deporte y que aprendan, por ejemplo, a pegar el revés como Federer.
Aunque seguramente el terreno más prometedor para este tipo de prendas sea el de la salud. Los nuevos materiales inteligentes permitirán monitorizar nuestras constantes vitales de manera continua y que nuestros médicos sepan en todo momento si algo va mal en nuestro organismo.
No es lo mismo que tener instalado un Holter para medir el ritmo cardíaco de manera puntual, que tener un sensor en tu ropa que esté constantemente alerta de nuestro corazón y que avise al médico en caso de cualquier anomalía. Lo mismo pasa con las prendas capaces de medir la tensión, la saturación de oxígeno en sangre o la temperatura.
Además estos tejidos inteligentes pueden conectarse a un nodo centralizado que monitorice el estado de salud de una población entera. Una tecnología así podría evitar situaciones de pandemia como la que estamos viviendo y dar la voz de alarma si se produce cualquier anomalía sanitaria en una zona localizada de la ciudad, permitiendo así que se actúe rápidamente y que el foco de la enfermedad no se extienda.