Protagonizó el sangriento motín de Sierra Chica y ahora es Youtuber
Ariel “Gitano” Acuña tiene 49 años y en 1996 formó parte de “Los 12 apóstoles de Sierra Chica”, protagonistas del sangriento motín que durante más de una semana, entre marzo y abril de 1996 mantuvo en vilo a los argentinos y terminó con ocho personas muertas y una historia macabra de cómo fueron asesinadas.
Veinticinco años después de aquellas trágicas jornadas en el penal bonaerense Acuña hoy es Youtuber y se muestra dando consejos sobre cómo hacer empanadas de pollo o recomendándoles a los jóvenes que no caigan en el delito.
El “Gitano” tiene 12.900 seguidores en YouTube y algunos de sus videos superan las 100.000 visitas.
La historia delictiva de la Argentina tiene al motín de Sierra Chica como uno de los hechos más sangrientos.
El 30 de marzo de 1996 un grupo de presos quiso fugarse y, al fracasar el operativo, decidieron amontinarse en el penal bonaerense de Sierra Chica.
Acuña integraba el grupo más violento, que mantuvo como rehenes hasta el 7 de abril a 17 personas, entre ellas la jueza María Mercedes Malere, que había ingresado a la cárcel para negociar con ellos.
La toma del motín tuvo varios hechos macabros que fueron contados por los propios protagonistas.
En una ocasión, Acuña aseguró que tras matar y descuartizar a sus rivales en el penal, elegían “las nalgas para cortar y hacer la comida“, como ser el relleno de las empanadas que cocinaban en el mismo horno en el que calcinaron a sus víctimas.
El “Gitano” también contó que con las cabezas de las personas asesinadas jugaron al fútbol en el patio de la cárcel.
Acuña quedó libre en 2005 y desde ese momento vive en Mar del Plata, donde se reinventó como un personaje de las redes sociales: tiene cuentas en YouTube, en Twitch e Instagram. En sus canales y cuentas responde preguntas en vivo y cuenta anécdotas carcelarias.
Acuña había llegado a Sierra Chica con antecedentes de robo de bancos y blindados. En total, pasó 28 años en prisión, más de la mitad de su vida.
“Fui un estúpido y perdí una vida. No voy a llorar por los rincones, pero es la verdad. Les pido a los jóvenes que estudien y trabajan (…) Yo quiero demostrar que cambié. Hoy veo un video de un pibe en la cárcel jugando con dos facas y me preocupa eso. No es la salida meterse un fierro en la cintura para salir a chorear”, indica Acuña en sus videos.
Una de las historias que relató en vivo fue la de Agapito Lencinas, una de las víctimas de “Los 12 apóstoles” en Sierra Chica. Junto a sus cómplices, dijo Acuña, “violaban a pibes presos y a sus familias. Le tenían miedo, él caminaba adelante de sus soldados, cancherando, sacando pecho. Eran patoteros. Para pelear con él primero tenías que vencer a sus hombres“.
Y agregó: “Agapito había arruinado a mucha gente. Me tocó ver a una de sus víctimas malheridas y sin poder caminar. El día del motín, que fue un intento de fuga frustrado, fuimos a buscarlo al pabellón. Se escondía adentro de la celda. Tomamos justicia por mano propia. El mató a un par. Al final se lo liquidó a facazos”.
“Me salieron imitadores. Tumberos que salen en Youtube. El único soy yo”, aseguró.