Reconquista: ¿pacto suicida entre padre e hijo?
A menos de 24 horas del trágico suceso que en la tarde del miércoles enlutó a una familia de la zona norte de Reconquista, las dos hipótesis que sigue la justicia se centran en un doble suicidio o en un homicidio seguido de suicidio.
Pasadas las 14 de ayer dos detonaciones cortaron la monotonía y el silencio de la siesta en la casa ubicada en Almafuerte al 978, un sector con calle de calzada natural y frondosa arboleda.
Los dos disparos fueron seguidos y terminaron con la vida de Ernesto Juan Corgniali, de 73 años, y dejaron en estado de muerte cerebral a su hijo Julio César, de 37 años. Al jefe de familia el proyectil le ingresó por la boca para salir por la zona posterior del cráneo. El impacto del arma calibre 38 de considerable poder destructivo lo mató en el acto, quedó tendido sobre la cama de la habitación. La bala fue recogida por personal de criminalística desde la almohada.
En cambio, su hijo – con problemas psiquiátricos – tuvo destino dispar ya que el tiro le dio en la cabeza, pero no llegó matarlo. En un hilo de vida fue trasladado al Nuevo Hospital de Reconquista donde por estas horas agoniza con muerte cerebral y sin pronóstico de vida.
Ambos cuerpos fueron hallados por los restantes dos hijos del fallecido. La hija estaba en la casa cuando escuchó los disparos, se asustó y llamó a su hermano con quien, al entrar al cuarto, dieron con la sangrienta escena.
Misterio
“En un caso que quizás no se llegue a resolver nunca”, dijo a El Litoral el fiscal Sebastián Marichal que investiga el caso, en referencia a que es complejo poder determinar si fue “un doble suicidio o un homicidio seguido de suicidio”.
Por el momento, el funcionario judicial confirmó que las pruebas de dermotest dieron negativo en la persona presente en la vivienda al momento del suceso, positivo en ambas manos de Corgniali padre “lo que no implica que haya sostenido el arma”, y que se espera el desenlace de la vida de Julio César Corgniali (conectado a un respirador sin esperanzas de sobrevida) para ver si se avanza con una autopsia que pueda arrojar mayores precisiones.
El fiscal señaló que no se encontraron rastros y ni evidencias de violencia, como así tampoco carta de despedida ni testimonios de alguna discusión previa inmediata o de días anteriores que pueda haber desencadenado esta tragedia familiar. Remarcó que todo induce a pensar que no hubo participación de terceros, por lo que no hay margen para que el proceso penal se corra de las dos víctimas.