Vacunaron a tres periodistas y estalló una nueva polémica en Tartagal
Dos periodistas y una productora -esposa de uno de ellos- y tres líderes piqueteros recibieron la vacuna Sputnik V en el hospital Juan domingo Perón de Tartagal, en la ciudad que no sale del estupor luego del escándalo de las dos funcionarias que vendían ayuda solidaria que era para los originarios wichis, volvió a plantearse una nueva polémica.
Fue el periodista Marcelo Torres, que trabaja en la radio oficial del municipio FM Ciudad, quien por redes sociales reconoció haber sido uno de los comunicadores que recibió la vacuna.
La información, además, fue validada por el propio gerente del hospital Juan Domingo Perón, Juan López. El médico, quien precisó las razones por las que un reducido número de personas accedieron a la vacuna sin ser trabajadores de salud, miembros de las fuerzas de seguridad, docentes y tampoco personas de más de 60 años de edad.
Explicaciones
López aseveró que “personal no esencial recibió la vacuna en Tartagal y como toda la opinión pública lo conoce, durante varias semanas hubo una campaña en contra de la efectividad de la vacuna rusa”.
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“Se hacían diversas especulaciones en cuanto a que no había completado todas las fases necesarias para ser aplicada en humanos y se debatía ampliamente que en Argentina íbamos a ser prácticamente una especie de conejillos de indias”, agregó el profesional de la salud.
López señaló que esa “situación generó tal desconfianza que ni el propio personal de salud tenía confianza en aplicársela; las vacunas vienen en frasquitos que son para 5 aplicaciones y una vez abierto no se los puede guardar y se deben aplicar todas las dosis. En los primeros días nos pasó que seleccionábamos a cinco agentes de salud, tres se colocaban sin problemas y dos literalmente se iban de la fila porque tenían temor”.
Piqueteros
El gerente del hospital de Tartagal precisó que en una oportunidad le aplicaron la vacuna contra el coronavirus a tres dirigentes sociales “que aceptaron ponérsela porque no podíamos darnos el lujo de desperdiciar más de la mitad de un frasco”.
“Eso sucedió algunos días hasta que finalmente, y al ver que sus compañeros no tenían ningún efecto adverso, el personal aceptó recibirla sin mayores inconvenientes”, afirmó.
El gerente del hospital Perón de Tartagal fue un poco más allá y expresó: “Quien se aplicó la vacuna en el hospital Juan Domingo Perón de Tartagal fue la diputada provincial Gladys Paredes”.
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“Cuando vino a aplicarse las chicas encargadas de vacunación le dijeron que no podían suministrársela porque, si bien ella era personal médico, actualmente no está trabajando, pero de todos modos la doctora argumentó que había sido autorizada en Salta. Suponemos que en el Ministerio de Salud pidió ser vacunada por lo que finalmente el personal accedió a proporcionársela. Me parece bien que se la haya aplicado porque es una persona de más de 60 años, que tiene mucho contacto por su actividad legislativa”, opinó López, quien precisó que actualmente la vacunación está centrada en el personal de salud exclusivamente.
Dudas
Carla Vesprini, responsable del operativo de vacunación en el hospital de Tartagal, por una emisora local expresó: “Las compañeras que estaban vacunando decidieron dársela a estos periodistas porque el profesional de salud que se tenía que vacunar no quiso aplicársela. Yo como encargada del servicio tuve que informar a quien se vacunó, quien aplicó las vacunas y por qué motivos”.
Las explicaciones generaron muchas dudas, más aún tratándose de una vacuna que resulta tan escasa ya que ninguno pudo precisar con certeza cómo fue que los periodistas y los piqueteros acertaron justo a pasar por el hospital en el momento exacto en el que el personal de salud designado había querido colocársela y cómo fue que ningún otro trabajador pudo reemplazar a los que se negaban a recibirla, siendo que en el propio hospital son decenas los médicos, enfermeros, técnicos, personal de limpieza que debían haber recibido las dosis de la Sputnik V.