Atacan a balazos por tercera vez a una carnicería: “No sabemos qué quieren”
El negocio de Juan XXIII y Solís recibió otro ataque armado con un cartel con amenazas y ya son tres en cuatro días. “No podemos cerrar, tenemos hijos que dependen de nosotros, pero tenemos mucho miedo”, expresó la dueña del local
Una semana de terror para una familia de comerciantes de la zona sudoeste de Rosario. Este jueves le balearon la carnicería que tienen en el frente por tercera vez en apenas cuatro días. Aseguran que no tienen “problemas con nadie” y mucho menos idea de quién y por qué se ensañó con ese domicilio.
Se trata de la carnicería Félix Junior 2, ubicada en Juan XXIII y Solís, que desde el lunes ocupa las noticias policiales. Ese día sufrieron un ataque armado en la fachada y les dejaron un cartel con amenazas. El martes, otra vez: balacera contra un auto estacionado y mensaje extorsivo por escrito, en reclamo por una supuesta deuda.
Si el miércoles la seguidilla de violencia tuvo una pausa, estiman las víctimas, fue porque cerca de allí, en Solís y Rouillón, hubo un operativo policial por otro motivo. Pero este jueves, de nuevo: según testigos, pasó una persona caminando, disparó contra el frente, arrojó otro cartel con amenazas de muerte y se retiró.
“Félix si no pagás vas a tener un muerto todos los días que abras el negocio”, reza el cartón que le dejaron ahora, cerca de las 18. El martes fue un texto similar: “Félix, pagá lo que debés”.
“No sabemos lo que quieren”
La familia que es blanco de estos ataques jura desconocer por qué contra ellos. “No sabemos lo que quieren porque no ponen ni un teléfono, no entendemos qué debemos. El nombre de mi marido no es Félix, así se llama la carnicería”, dijo la dueña del negocio desde el móvil.
“El lunes no le dimos mucha importancia pero el martes lo mismo y ahora también. Hace años que estamos acá y no tenemos problema con nadie, no somos personas raras”, agregó desesperada.
La víctima teme tanto por su familia como por los eventuales clientes del local. “No podemos cerrar el negocio, tenemos hijos que dependen de nosotros, pero tenemos mucho miedo. Además, ¿qué gente va a querer venir a comprar a un local que fue baleado varias veces?”, planteó con suma preocupación.